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Las acusaciones del "caso Rubio" piden que testifique uno de los socios del presunto asesino

El País

Las tres acusaciones personadas en el caso del asesinato de la abogada vitoriana Begoña Rubio han solicitado que testifiquen un total de 19 personas, entre las que se encuentra uno de los antiguos socios de Koldo Larrañaga y las abogadas y procuradoras a las que éste visitó el día del asesinato. Los letrados mantendrán una postura conjunta, que incluye la práctica de más de 30 pruebas. Entre ellas destaca la incorporación de las autopsias de Esther Areitio y Acacio Pereira, crímenes que el detenido no ha admitido. Por contra, Interior y la fiscalía sí le relacionan con ellos.

Los resultados de esas dos autopsias serían analizados y contrastados con las de los asesinatos que el detenido ha confesado: los de Begoña Rubio y el empresario de máquinas tragaperras Agustín Ruiz. Los abogados entienden que a través de estos exámenes forenses pueden deducirse "similitudes" en el modo de operar de los autores de los crímenes ocurridos en Vitoria. Los representantes de las tres acusaciones particulares -en representación de la familia de la letrada, el Colegio de Abogados de Álava y la Asociación Clara Campoamor- pretenden remitir los cuatro exámenes al Instituto de Toxicología de Madrid para que se proceda a su comparación. La parte acusadora no ha solicitado aún la imputación de ninguna otra persona. En todo caso, manejan la hipótesis de que pueden existir más implicados y esperan al resultado de las investigaciones que efectúa la Ertzaintza para concretar sus futuras actuaciones. Otra prueba destacable es la incorporación a la causa de unos autos sobre un caso de pornografía infantil ocurrido en la capital alavesa hace varios meses en el que la letrada estaba trabajando cuando fue asesinada. Se trata de un proceso abierto contra un hombre acusado de mostrar vídeos pornográficos a niños en su propio domicilio y que había sido condenado con anterioridad por abusos a menores. Actualmente, este imputado está sometido a tratamiento ambulatorio por problemas psiquiátricos. Miedo a sus socios Roberto Fernández de Arroyabe, el antiguo socio de Larrañaga al que quieren oír los letrados como testigo, participó junto al detenido en varios de los negocios que formalizó y era uno de los dos hombres a los que se refirió en su declaración judicial como personas que le producían "miedo", extremo en el que justificó el hecho de que llevase un cuchillo de manera habitual. La relación de testigos solicitados incluye a diversas personas que frecuentaban o trabajaban en los bares a los que acudía el imputado, alguno de los cuales visitó el mismo día del asesinato de Begoña Rubio. Además, según informó Europa Press, las acusaciones piden al juez que investigue los movimientos bancarios del acusado, sus relaciones con Hacienda, la Seguridad Social y otros organismos oficiales para determinar sus bienes. La calificación previa de las acusaciones tipifica los hechos como asesinato, por considerar que concurre el agravante de alevosía. No descartan que existiera ensañamiento, además de la circunstancia de precio, promesa o recompensa. El primero de los agravantes se deducirá del examen de la autopsia, mientras el segundo se basa en la hipótesis de que actuase por encargo. El fiscal acusará a Larrañaga de homicidio, asesinato y robo con violencia. En la causa por la muerte de Agustín Ruiz, de la que Larrañaga se confesó autor, el abogado que defiende los intereses de los hijos del empresario aún no ha decidido las pruebas que piensa solicitar, aunque ha adelantado que pedirá un interrogatorio al detenido.

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