Savia nueva para el arte

La paloma, símbolo del Espíritu Santo, que ilumina a santa Teresa en un óleo barroco era de un gris mortecino; una fea cicatriz atravesaba el rostro del pequeño Jesús en la Virgen con el Niño, como consecuencia de una raja, y la figura del Ecce Homo apenas se adivinaba en otro óleo del sigloXVII por las pérdidas de pintura. Hoy, la paloma vuelve a ser blanca, el pequeño se ha librado de la marca y el Cristo se ve con claridad. Las tres obras, procedentes de conventos de clausura de Alcalá, han sido curadas por los alumnos de la Escuela Municipal de Restauración y forman parte de una exposición que recoge su labor desde 1990. La muestra incluye 66 de las alrededor de 300 obras restauradas por la escuela desde que comenzó su andadura, en 1985. Abundan las pinturas al óleo y hay varias tallas. El 95% de las obras procede de los conventos, en su mayoría de clausura, que desde los siglos XVI y XVII se asientan en el casco histórico complutense. Por eso, esta muestra es una ocasión de oro para verlas, pues las obras, una vez tratadas, regresan a sus hogares. Casi todas son de temática religiosa y de la época barroca, aunque asoma también alguna reina, propiedad del Ayuntamiento, o el retrato de un pretérito funcionario de prisiones, patrimonio de Instituciones Penitenciarias.

"Cada obra nos llega con un estado clínico y según el diagnóstico se le aplica el tratamiento", explica el coordinador de la escuela, José Luis Mateo. El estado clínico puede abarcar desde el oscurecimiento por la suciedad, la alteración de los barnices, el humo de las velas o los excrementos de los insectos hasta desgarros de la tela. Tras el diagnóstico se toma buena nota, mediante fotografías, del estado en que llegaron las obras a la escuela, situada en el centro cultural Gilitos. Cuando se comienzan a limpiar, se suele dejar un pequeño recuadro sin tocar, el testigo, que desaparece cuando la diferencia se documenta con la pertinente foto. Junto a las obras expuestas, algunas de estas fotografías muestran al visitante el antes, el durante y el después.

Lucía Fernández es una de los 38 alumnos actuales de la escuela. Acaba de terminar el segundo de los cuatro años. Ha trabajado en uno de los cuadros: "Es una Anunciación de finales del XVII, que está en conservación, no se ha restaurado". Mateo explica la diferencia: "En la conservación nos limitamos a poner frenos al deterioro para que la obra envejezca más lentamente. En la restauración se recuperan zonas perdidas con técnicas que garanticen la reversibilidad de la operación, su estabilidad y que incluso un lego en la materia pueda diferenciar lo nuevo". Para ello se rellenan las lagunas con trazos diferentes a los usados por el autor; por ejemplo, con finas líneas en paralelo. La Virgen con el Niño parece totalmente homogénea a dos metros de distancia, pero no si se escruta a dos palmos.

Restauración en Alcalá, hasta el 1 de agosto, capilla del Oidor (junto a la plaza de Cervantes). De 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Lunes, cerrado. Gratis. Escuela: 91 881 39 34.