IU y PSOE establecen un programa común para pactar en 44 municipios

Lo del PSOE con IU -y viceversa- no es matrimonio de conveniencia. Dicho de otro modo: estas dos fuerzas políticas no suman sus fuerzas sólo por arrebatarle alcaldías al enemigo común (el PP), sino porque han "constatado un alto grado de coincidencia" en sus propuestas políticas. Así consta en la primera línea del pacto que ayer suscribieron el secretario general de los socialistas, Jaime Lissavetzky, y el coordinador general de IU, Ángel Pérez, y que sirve para gobernar en 44 plazas. El PP mandará en 63.

Lissavetzky y Pérez están convencidos de que su entendimiento no hace sino traducir los deseos de sus respectivos electorados, que el pasado 13-J "votaron mayoritariamente a la izquierda en muchos municipios". En otras palabras, los firmantes han llegado a la conclusión de que no podía repetirse el panorama de 1995, cuando las rencillas entre socialistas e izquierdistas permitieron inesperados gobiernos en minoría del PP, como los de Alcalá de Henares o Torrejón de Ardoz. Las reglas del juego son ahora bien distintas. El PSOE e IU asumen apoyar al candidato más votado de los dos en la constitución de los nuevos ayuntamientos, a partir de las once de la mañana de hoy. Además se comprometen a no aceptar votos envenenados "procedentes del PP o de formaciones políticas de derechas que tengan como resultado vulnerar los acuerdos establecidos". Es más: si algún edil electo del PSOE o de IU alcanza la alcaldía gracias a los populares habrá de dimitir de inmediato.

El pacto permitirá que haya un alcalde progresista en 44 municipios donde ningún partido obtuvo la mayoría absoluta en la pasada lista electoral. Si a ellos se les suman las localidades donde el PSOE o IU obtuvieron victorias holgadas, resulta que casi 1,5 millones de madrileños tendrán ayuntamientos de progreso.

Pérez y Lissavetzky han creído posible extraer un mínimo común denominador de sus propuestas programáticas para todos estos municipios. Los ayuntamientos regidos por el PSOE o IU se caracterizarán, según el documento que ayer firmaron, por "la lucha contra el desempleo a través de políticas activas", "las políticas de suelo para permitir a los jóvenes el acceso a la vivienda", "el desarrollo sostenible", "la potenciación del transporte público" o las "políticas culturales orientadas a impulsar los valores de izquierdas".

Fuentes de ambas formaciones reconocieron ayer que estos compromisos eran muy "genéricos" y que muchos de ellos, con esa formulación, los asumiría también el PP. "Sin embargo, son un reflejo de nuestra voluntad de acuerdo, que ha sido una constante de la izquierda en la Comunidad de Madrid", resaltaron.

Con todo, no faltarán incógnitas y sobresaltos. En El Molar, el único edil electo de IU, antes en el PSOE, se niega a apoyar a sus dos ex compañeros, pero éstos están dispuestos a apoyarle, junto a los tres ediles de Unión Centrista, con tal de que no gobierne el PP (cinco concejales). Lo de Villaconejos también se presume de órdago: el líder del PSOE (tres ediles), Daniel Caballero, quiere ser alcalde a toda costa. En Los Molinos, Juan Rubio García será el primer alcalde socialista de la democracia, tras pactar con el PADE.