La Operación Salida se inicia con doce muertos, tres más que el año pasado

Doce personas fallecieron en las carreteras españolas entre las cero y las veinticuatro horas del pasado jueves 1 de julio, lo que supone tres más que hace un año y un incremento de un 25% en la siniestralidad con respecto a la Operación Salida de 1998, según reconoció ayer en Santander el director general de la Dirección General de Tráfico (DGT), Carlos Muñoz-Repiso. El responsable de la DGT quiso matizar este dato recordando que en los seis primeros meses de 1999 los accidentes han disminuido un 2% en las vías nacionales. Pese a ello Muñoz-Repiso no quiso mostrarse "en absoluto optimista".

Este comienzo de las vacaciones ha traído tres millones de desplazamientos de los 60 millones que Tráfico calcula que se producirán durante todo el verano. La DGT, sin embargo, informó de que no se habían registrado atascos graves en las salidas de las grandes capitales españolas. El dato preocupante fue el de los accidentes: diez, con un saldo de 12 muertos, nueve heridos graves y siete leves.

Muñoz-Repiso, que participó en un curso sobre autopistas de peaje en la Universidad Internacional Menéndez-Pelayo, apuntó algunas de las causas que pueden explicar este mal comienzo de verano en el tráfico. La circulación ha crecido en las autopistas españolas un 10% en estos primeros meses del año, afirmó, "un crecimiento que en algunos tramos ha aumentado hasta el 25%". Por España circulan hoy 22 millones de automóviles, 1.100.000 más que en 1998.

La DGT, que insiste en la ya tradicional llamada a la responsabilidad de los conductores, tomará medidas para prevenir las muertes en la carretera en vacaciones. Su responsable se refirió a los polémicos radares móviles presentados el pasado viernes, que se instalan con un trípode junto a las cunetas: "Su forma permite un mayor control en tramos curvos y carreteras secundarias", dijo. También defendió la necesidad de que permanezcan ocultos para garantizar una mayor eficacia.

Se intensificarán los controles de alcoholemia y de velocidad, empleando 265 vehículos dotados con radar y casi 4.000 alcoholímetros. Está prevista también la instalación de 400 kilómetros de carriles adicionales. La operación contará con 8.300 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, 250 funcionarios y 16 helicópteros.

Muñoz-Repiso propuso que los multados por exceso de velocidad realicen labor social en hospitales que acojan accidentados, aunque reconoció que en España, hoy día, esto es "inviable".