Miles de serbios salen a la calle para reclamar la dimisión de Milosevic
Al menos 10.000 personas salieron ayer a la calle en la ciudad de Cacak, en el centro de Serbia, para exigir la dimisión del presidente Slobodan Milosevic. La manifestación, que respondía a una convocatoria de algunos de los principales partidos de la oposición, es el primer acto masivo de protesta desde el final de la guerra. El valor simbólico de la concentración, a más de 100 kilómetros de Belgrado, es aún mayor teniendo en cuenta que los participantes tuvieron que desafiar la prohibición del acto por parte de las autoridades, así como las medidas de control impuestas por la policía, que cortó los accesos a Cacak desde horas antes a la fijada para la convocatoria. "Es tiempo de elegir entre Milosevic y Serbia", declaró el alcalde de Nis, Zoran Zivkovic, vicepresidente del Partido Demócrata, uno de los principales de la oposición y convocante de la protesta. La multitud coreó cada una de las intervenciones con gritos de "¡Que se vaya, que se vaya!" y "¡Que renuncie, que renuncie!", dirigidos al presidente Milosevic. En Belgrado, la agencia oficial recogía declaraciones del propio Milosevic en las que éste, en un intento de contrarrestar el efecto de la manifestación, anunciaba que tiene intención de introducir reformas políticas y económicas para liberalizar el país a corto plazo. El alcalde de Cacak, que se encontraba hasta ahora en la clandestinidad para protegerse de una orden de detención en su contra, dijo a los manifestantes que el Gobierno de Milosevic sólo ha traído "vergüenza" a la patria serbia. La manifestación de ayer se suma a diversos llamamientos de líderes religiosos, políticos y sindicales para que Milosevic renuncie.
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