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El conservador Luis Román Puerta presidirá la Sala Penal del Supremo

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Luis Román Puerta Luis, de 64 años, de talante conservador y polémica trayectoria, será el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo durante los próximos cinco años. Su designación se produjo ayer con los votos de todo el sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al menos uno del sector progresista. Luis Román Puerta obtuvo 12 votos frente a los cinco de su oponente, José Antonio Martín Pallín. El nombramiento fue recibido con división de opiniones por las asociaciones judiciales.

Luis Román Puerta obtuvo 12 votos, uno más de los necesarios. Aunque la votación fue secreta, los votos correspondieron, presumiblemente, al presidente del CGPJ, Javier Delgado; a seis de los siete vocales afines al PP -Marcelino Murillo estuvo ausente por enfermedad- ; a los dos magistrados afines a CiU; a los vocales próximos al PNV y Coalición Canaria, y a uno de los magistrados próximos al PSOE. El candidato progresista, José Antonio Martín Pallín, obtuvo los dos votos del sector afín a IU y otros tres del sector cercano a los socialistas. Hubo tres abstenciones. Tras conocer su elección, el nuevo presidente de la cúspide de la jurisdicción criminal se mostró satisfecho, pero declinó hacer manifestaciones. Las relaciones de Luis Román Puerta con los medios de comunicación son tensas desde que fuera muy criticado por éstos por su labor como instructor del sumario por el asesinato de los marqueses de Urquijo, cometido el 31 de julio de 1980, un crimen que conmocionó a toda la sociedad española y que nunca quedó satisfactoriamente esclarecido.

De talante muy conservador, como magistrado de la Sala Segunda, de lo Penal, del Supremo, a la que accedió en 1988, tramitó con parsimonia la instrucción del caso Naseiro sobre la presunta financiación irregular del PP. La causa terminó siendo archivada tras declararse nulas las conversaciones telefónicas interceptadas a los inculpados.

En cambio, destacó por su combatividad en el caso Filesa, sobre financiación ilegal del PSOE, en el que fue uno de los cuatro magistrados de la minoría que se pronunciaron a favor de cursar al Congreso el suplicatorio para inculpar a Alfonso Guerra. Como integrante del tribunal del caso Filesa está considerado el principal artífice de las duras condenas de cárcel impuestas a Carlos Navarro, Luis Oliveró y Alberto Flores y al ex senador Josep Maria Sala.

También se mostró partidario de imputar al entonces presidente del Gobierno, Felipe González, en el caso Marey, en el que después, como integrante del tribunal, votó con la mayoría a favor de la condena del ex ministro José Barrionuevo, el ex secretario de Estado Rafael Vera y los demás inculpados.

Al margen de estos casos, Puerta Luis ha tenido una trayectoria bastante anodina, tanto por su alergia a los medios informativos como por su renuencia a participar en foros, conferencias o jornadas de encuentro con otros profesionales de la justicia. Su única actividad conocida al margen de la judicatura es la preparación de opositores y nunca ha tenido un papel destacado en la Asociación Profesional de la Magistratura, la asociación judicial a la que pertenece.

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Su nombramiento ha dejado sabor a "pacto cumplido" entre los sectores mayoritarios del Consejo, que hace año y medio dieron vía libre al nombramiento del progresista José Jiménez Villarejo como presidente de la Sala de lo Penal sin oposición.

Las asociaciones judiciales recibieron el nombramiento con divergencias. El presidente de la conservadora APM expresó su "satisfacción". El portavoz de Jueces para la Democracia, Ricardo Bodas, se mostró "disconforme" al entender que el progresista Martín Pallín era "el más adecuado" y el portavoz de la centrista Francisco de Vitoria dijo que "es una buena elección, pero también la habría sido la de Martín Pallín".

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