20 años de espera que cerró Mendieta
El gol del jugador vasco, los contragolpes del Piojo y el sistema de Ranieri quedarán para siempre en el imaginario valencianista
Veinte años esperando desataron una alegría desbordante entre la hinchada y la plantilla valencianista, que celebró el triunfo como si se acabara el mundo. Lo bailaron todo, lo cantaron todo y además se subieron unos cuantos jugadores al larguero, no sin antes haber manteado al técnico, Claudio Ranieri, que se lo había ganado a pulso. Hasta la afición del Atlético, muy deportivamente, aplaudió al Valencia en su vuelta de honor. Valió la pena esperar 20 años, los que llevaba el club valenciano sin conquistar la Copa, para ver este partido. Y para observar de cerca el crecimiento imparable de Mendieta, que marcó todos los tiempos del choque por templanza, sabiduría y entrega. En el imaginario valencianista quedará para siempre Ranieri, el artífice de este equipo tan sólido que ayer además resultó brillante, pero también Mendieta, por su calidad en el centro del campo, y, por supuesto, Claudio "Piojo" López, el otro hérone de la final con dos goles (ocho tantos ha sumado en la Copa y 37 entre las cuatro competiciones que ha jugado durante la campaña). Al ser sustituido (m. 88), el Piojo corrió para encontrarse con su gran amigo Camarasa, que estaba en la grada y se revolcaron por el césped sevillano. Sabían que habían superado 20 años de frustraciones. Como también lo sabía el capitán Mendieta, que estuvo imperial.
Al ritmo de El Probe Migué, Ranieri y sus futbolistas danzaron hasta quedarse sin fuerzas ante la fiesta implantada en las gradas, que olían a pólvora.
Se trata, sin duda, de la pareja valencianista del año, en la Liga y en la Copa. En la Intertoto y en la UEFA. Desde que empezara a competir el 6 de julio del pasado año. El vasco Gaizka Mendieta, de 25 años, y el argentino Claudio Piojo López, de 24 años, han completado un año de inspiración. El Valencia ayer salió a atacar con todo, pero eso no era suficiente: deberían esperar a que ellos dos resolvieran. Primero Mendieta alzó la cabeza desde una posición de extremo izquierdo, esperó y decidió enviarla hacia atrás: Piojo la enganchó con un disparo seco y colocado (m. 23). Era el séptimo gol de Piojo en la Copa del Rey y su 36º tanto de la temporada. Con esos números, el Piojo es el rey del mambo, a no ser que el presidente del Valencia, Pedro Cortés, le ofrezca al argentino lo que no está escrito, que lo hará. Ahora mismo López es imparable. Le brillan los ojos cada vez que encara la portería contraria. Que se lo pregunten a Molina, que volvió a verlo de cara, después de espaldas y finalmente observó cómo el Piojo se le escapaba y marcaba a placer (octavo gol de la Copa y 37º del ejercicio).
Un caso similar al de Mendieta, que de ser un lateral derecho irrelevante hace un par de años, ha pasado a ser uno de los centrocampistas más fuertes y decisivos del campeonato. Su gol de ayer (m. 34), su quinta diana en la Copa, pasará a la historia como uno de los más bellos de la competición. Ese giro sobre sí mismo y ese sombrero dejó patidifusa a toda la defensa atlética. El secreto está en su humildad y en su gran capacidad de aprendizaje. Por poner un ejemplo: cuando Mijatovic se quedaba a ensayar faltas en su época de jugador del Valencia, Mendieta se ponía a su lado y miraba. Estaba aprendiendo. El año pasado ya se destapó como un notable lanzador.
Al final de la tarde de fútbol, al principio de la larga noche para los valencianistas, Mendienta alzó la Copa del Rey ante el clamor de los aficionados. Fue el primero del equipo en tocar el trofeo, que luego besarían casi todos.
El trofeo pasó después de mano en mano por todos los jugadores del Valencia, quienes recibieron la felicitación del Rey y de todas las personalidades que estuvieron en el palco de honor.
Los seguidores valencianistas prosiguieron con su alegría, ante el resignado graderío atlético. Mucho antes de la conclusión se vieron ganadores, y con todo tipo de cánticos lo festejaron, entre ellos el pasodoble Paquito chocolatero. Los valencianistas, incluso, intentaron hacer la ola en varias ocasiones, aunque los ánimos de los atléticos no estaba para completar el espectáculo. Los jugadores del Valencia, ya con la copa en el terreno de juego, se hicieron la foto de campeones y dieron otra vuelta al campo ante el sonido de los fuegos artificiales programados por la Federación Española en el exterior del estadio.
Interés del Madrid
El representante de Mendieta, Alberto Toldrá, entró en contacto ayer con el Real Madrid. El club blanco, pese a la división interna que vive su directiva, continúa manteniendo negociaciones sobre fichajes y descartes. La cláusula de rescisión de Mendieta asciende a 2.000 millones.
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