La juez cita de nuevo a tres testigos del caso de la joven muerta en Bellavista
La juez que investiga la muerte de una joven por un disparo de la Guardia Civil, tras saltarse un control de alcoholemia, ha citado de nuevo para el 21 de julio a tres testigos de los hechos, uno de los cuales puede aportar datos esclarecedores sobre la posición de los dos coches implicados. Los testigos, todos ellos vecinos de la barriada sevillana de Bellavista, donde ocurrieron los hechos, estaban citados el pasado 17 de junio pero no acudieron al Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla para ratificar la versión de los hechos que dieron ante la Policía Judicial. Uno de estos nuevos testigos, según abogados personados en el caso, ha declarado que vio todo el incidente y que tanto el coche de la Guardia Civil como el vehículo fugado se encontraban en marcha en el momento de producirse la detonación, mientras que el brigada imputado sostiene que su coche estaba parado y el vehículo fugado acababa de detenerse tras dar marcha atrás, después de sendos frenazos. Según la acusación particular, que ejercen los padres de la fallecida Miriam G. C., esta declaración avalaría su tesis de que el brigada de la Guardia Civil Pedro J. M., que, además, es instructor de tiro, actuó de forma imprudente al disparar contra un vehículo en movimiento y podría ser acusado de un delito de homicidio imprudente. Las otras dos personas citadas sólo escucharon el derrape de los coches y luego el disparo, puesto que se encontraban en la cama, ya que los hechos ocurrieron a las cinco y cuarto de la madrugada. Los otros cinco testigos presenciales del disparo, ocurrido el pasado 10 de abril en la autovía Madrid-Cádiz a la altura de la barriada de Bellavista, no aportaron el pasado 17 de junio datos que ayuden a aclarar los hechos, según abogados personados en la causa. Persecución De ellos, sólo uno presenció la persecución desde su ventana y aseguró a la juez instructora que, en el momento del disparo, perdió a los dos coches de vista porque se colocaron tras un árbol, pero precisó que no pudo haber un movimiento de marcha atrás y luego adelante por parte del vehículo fugado, como sostiene el procesado, porque en ese caso él lo habría visto. Según fuentes judiciales, la instrucción del caso puede quedar concluida cuando comparezcan estos testigos y la juez reciba el informe de balística sobre la trayectoria del disparo que mató a Miriam. La joven, de 21 años, falleció por un único disparo que entró en el coche por la puerta trasera, pasó entre los dos asientos delanteros, impactó en su brazo y luego entró en el tórax. Allí la bala le atravesó el corazón, chocó contra el esternón y entonces tomó una trayectoria descendente hasta alojarse en la pelvis, causando numerosos destrozos a su paso. El brigada de la Guardia Civil se encuentra desde el 14 de abril en libertad bajo fianza de 250.000 pesetas, acusado de un delito de imprudencia con resultado de muerte, y también ha sido suspendido de sus funciones.
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