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El PP niega haber acordado con el PSOE dejar la Diputación de Málaga fuera del pacto anti Gil

La dirección del PP salió ayer en tromba a desmentir las afirmaciones de los socialistas de que la Diputación de Málaga no entra pacto anti Gil diseñado entre Manuel Chaves y Javier Arenas. Ayer, el portavoz del PP en el Parlamento Andaluz, Antonio Sanz, y el vicepresidente del partido en Málaga, Joaquín Ramírez, acusaron a los socialistas de mentir y recordaron que el acuerdo casi cerrado entre PP y PSOE para arrebatar al Grupo Independiente Liberal (GIL) la alcaldía de Estepona "peligra" si no hay acuerdo en el organismo provincial.

"Ante todo, queremos desmentir rotundamente que Arenas y Chaves acordaran dejar la Diputación de Málaga fuera del pacto anti Gil", enfatizó Ramírez. "La Diputación siempre ha estado en los pactos porque siempre hemos hablado de acuerdos globales, y en Málaga éstos incluyen las alcaldías de Estepona y Ronda, la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental y la Diputación". El vicepresidente provincial del PP señaló que en la conversación entre Arenas y Chaves se habló de crear "gobiernos de concentración democrática en los cuatro ámbitos", y llegó afirmó que, en la Diputación, el PP aspira a la presidencia como la lista más votada. Lo que no quiso precisar es si su partido llegará a replantearse un pacto con el GIL para obtener la presidencia de la Diputación. "No se trata de llegar a posibles pactos o no. Pero lo que no es de recibo es que se nos pida colaboración para un frente anti Gil y haya otro frente anti PP", dijo. Pero el dirigente socialista más duramente criticado ayer por los populares fue el secretario de Organización, Luis Pizarro. Ramírez lo acusó de haber entrado en el debate "como un espontáneo que se tira al ruedo sin saber ni lo que se lidia". Sanz lo acusó de "falsear la realidad". "O Chaves no ha contado lo que ha pasado o quieren tergiversarlo, pero lo que no se puede permitir es que el PSOE haga una lectura torticera del asunto", dijo en declaraciones a Efe. Sanz acusó al PSOE de haber llegado a "una obsesión enfermiza por evitar que el PP gobierne", algo en lo que, según dijo, "nunca ha caído el PP". "Si hubiéramos tenido esta actitud alguna vez, hubiéramos desalojado a Chaves en 1994, cuando perdió la mayoría absoluta en el Parlamento Andaluz". No obstante, Sanz comentó que confiaba en que finalmente "se respeten los pactos y al PSOE le quede un mínimo de sensatez", e insistió en la necesidad de mantener "la unión de fuerzas contra Gil". En este sentido, Sanz afirmó que el PP está dispuesto a mantener el acuerdo para desalojar al GIL en Ronda. En la cuerda floja Pero uno de los acuerdos que esta semana se habían llegado a dar por cerrados, el que permitiría que el socialista Antonio Caba arrebatase a Jesús Gil Marín la alcaldía de Estepona con el apoyo del PP, está ya en la cuerda floja. A pesar de que el mismo día de las elecciones los seguidores de ambos partidos celebraron juntos que el GIL había perdido la mayoría absoluta, y que el portavoz popular en el ayuntamiento, Manuel Sánchez Bracho, anunció esta semana que el pacto era casi una realidad, el acuerdo se ha enfriado bastante. El propio Sánchez Bracho comunicó ayer a este periódico que las negociaciones "atraviesan en este momento graves dificultades por la actitud del PSOE con respecto a la Diputación". "Los socialistas tienen que tener en cuenta que Estepona no es una isla. Lo que el PP de Estepona desea es un gobierno de concentración democrática para la Diputación, así que confiamos en que lo mismo que se ha llevado a cabo en Estepona se lleve a cabo en Málaga para que no peligre este acuerdo", concluyó. La actitud del PP respecto a la Diputación de Málaga ha tenido idas y venidas desde la misma noche del 13 de junio. Los populares contaban con mantener la presidencia del organismo, pero, pese a ser la fuerza más votada, está empatado a 12 diputados con el PSOE. IU y el GIL obtuvieron tres diputados cada uno y el PA, uno. El PSOE vio claro desde el primer momento que los apoyos de IU y PA le darían la presidencia del organismo, y decidió excluirla de las negociaciones. El presidente en funciones del organismo, el popular Luis Vázquez Alfarache, declaró dos días después a un diario local que el PP no renunciaría a la Diputación y llegó a insinuar un posible pacto con el GIL. Al día siguiente, la dirección del PP lo recriminaba duramente y manifestaba que daba por perdida la institución.

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