Gil reta al fiscal Villarejo a que demuestre sus acusaciones ante un juez

El alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil, emitió ayer un comunicado de siete páginas en el que reta al fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, a que lleve a un juzgado el escrito sobre su presunta vinculación con la mafia y el narcotráfico. Gil, que responde punto por punto a las acusaciones de Villarejo, asegura que éste obedece a una campaña de desprestigio orquestada desde la Fiscalía Anticorrupción y el Gobierno en los medios de comunicación porque "se han quedado sin el caso de las camisetas del Atlético".

Mientras Gil trataba de desmontar los argumentos del escrito que Villarejo ha presentado ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a Juan Ramírez, (padre de la juez decana de Marbella, Pilar Ramírez) que también aparece en el informe relacionado con clanes mafiosos, un fiscal de la localidad le pide tres meses de cárcel por complicidad en una estafa presuntamente orquestada por los capos Felice Cultrera y Gianni Mennino, informa Antonio Méndez. Una de las primeras puntualizaciones que hace Gil en su comunicado versa sobre su relación con la familia Ramírez: niega que el Ayuntamiento de Marbella alterase el padrón municipal para que la juez decana de la localidad, Pilar Ramírez, consiguiera el archivo de un expediente; asegura que jamás ha visto ni tratado a Juan Carlos Ramírez, hermano de la magistrada a quien también relaciona Villarejo con actividades delictivas, y precisa que con Juan Ramírez mantiene "una relación normal de vecino y persona respetada", pero no de negocios.

El alcalde marbellí, que en algún pasaje de su feroz comunicado llega a calificar las acusaciones del fiscal de "producto de una mente que ha perdido la razón", niega haber tenido relación con Cultrera, pero recuerda que éste "está casado con la hermana de la presidenta del PP de Marbella". Sí reconoce que ha coincidido en ocadiones con Al Kassar y Adnan Kashoggi. También niega haber intermediado en un intento de compra de Puerto Banús por parte de Cultrera, haber viajado a Sicilia por este motivo y haber conocido a Silvio Berlusconi y a Marcello del"Utri.

Gil sostiene que el escrito se basa en "supuestas informaciones, viajes proyectados y no realizados", y lamenta "haber sido condenado ante la opinión pública sin importarles a los inductores y autores del linchamiento". Concluye diciendo: "¿Por qué no se analiza las vidas del Sr. Villarejo y [su subordinado Carlos] Castresana y la del juez Torres junto a la de Gil para que los que hayan delinquido, intoxicado y faltado a la administración de justicia con malas artes vayan a la cárcel?". Castresan pidió ayer a la Fiscalía General del Estado que emprenda acciones legales contra Gil por estas afirmaciones.

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, sí ha dado crédito al informe de Villarejo y ayer en Algeciras expresó su preocupación por los datos que aluden a la presunta financiación por parte de la mafia de las campañas electorales del Grupo Independiente Liberal (GIL), informa Cándido Romaguera. "Gil dijo que necesitaba 5.000 millones de pesetas para la campaña y que los buscaría como fuera. Pues bien, ya se va sabiendo cómo se pueden buscar esos millones", declaró.

Mientras, Juan Ramírez y su hijo han anunciado que seguirán los pasos de Gil y se querellarán contra Villarejo. Así lo anunció ayer Juan Ramírez, que calificó el escrito del fiscal de "panfleto difamador", aseguró que carece de "todo soporte fáctico" y manifestó que su hijo, abogado, está preparando la denuncia. No dijo, sin embargo, si esperará a que el CGPJ se pronuncie sobre el informe de Villarejo, informa Ana López.

"Cultrera ha sido, es y seguirá siendo mi amigo, porque es una persona mucho más honesta que Villarejo", dijo Ramírez. Y para probarlo mostró un documento del Ministerio del Interior italiano de 1995 en el que la policía de Catania procedía a "la cancelación de informaciones policiales en los archivos de los servicios secretos italianos". Sin embargo, Cultrera es uno de los principales acusados del caso Casino, en el que Ramírez está acusado de complicidad.