Andalucía abandona la primavera con alertas por las altas temperaturas

Las oleadas de intenso calor que soportan algunas ciudades andaluzas en los meses estivales acarrean dos riesgos principales: problemas de salud e incendios forestales. Por eso, cuando ayer los termómetros amenazaban con superar los 40 grados en algunos puntos de Sevilla y Córdoba, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Junta (Cecem), decretó alerta y así lo comunicó a los hospitales, a los ayuntamientos y a los bomberos para que estuvieran prevenidos. Más tarde, las previsiones meteorológicas indicaron que las temperaturas no subirían tanto y entonces, el Cecem suspendió la alerta y lo hizo saber a quien correspondía. Pero ya el sol está haciendo de las suyas. Si no 40, los 30 grados largos con que se ha ido junio -hoy empieza el verano- dieron un buen susto a Mikel Arteta, un jugador del Barcelona juvenil, de 18 años, que ayer por la mañana sufrió una insolación cuando jugaba un partido en Sevilla. Su equipo disputaba el encuentro de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el Real Betis. Arteta, tras el primer tiempo, sufrió una lipotimia y presentaba un cuadro de fiebre y calambres por lo que tuvo que ser trasladado al hospital Virgen del Rocío. A primera hora de la tarde fue dado de alta. No es de extrañar que el Cecem alerte a los hospitales y a Protección Civil cuando prevé que las temperaturas escalen el termómetro, porque no es la primera vez que en las capitales andaluzas más calurosas la insolación acaba con la vida de algunas personas. Sevillanos y cordobeses no se andan con chiquitas y toman las fuentes por piscinas cuando el calor hace de las suyas. A ver, no tienen playa. Ayer en Sevilla, donde bien podía haber patos, peces de colores o nenúfares, había jóvenes dándose un remojón, con ropa y todo, en las fuentes de la Expo 92. Estos jóvenes tienen su propia alerta corporal y cuando el sol pica demasiado se remojan y punto. Claro que, si además se fijan en lo que marcan los termómetros en la calle, pueden hasta asustarse: 46 grados al sol ayer mismo en Sevilla.