"Falta apoyo para los niños hiperactivos, que son problemáticos"
Dicen que Leonardo da Vinci y Einstein fueron niños hiperactivos. Pero eso no les sirve de consuelo a mujeres como Alicia Luna, que saben lo que es tener un hijo en constante vorágine. Esta madrileña de 38 años ha creado con otras ocho madres la primera asociación madrileña de niños con síndrome de hiperactividad (607) 81 78 68. Pretenden dar a conocer un problema que afecta a casi un 5% de los escolares, sobre todo a los varones (nueve de cada diez casos). "Son chavales tachados a menudo de caprichosos o agresivos cuando su actitud no es fruto de una mala educación, sino de una disfunción en sus neurotransmisores cerebrales", explica esta madre que, yendo para ingeniera industrial, acabó formándose como herbodietista para atender mejor a su hijo. Pregunta. ¿Cómo se sabe que un niño es hiperactivo y no simplemente inquieto?
Respuesta. Desde pequeño te das cuenta de que es un chaval con grandes dificultades para dormir y en un constante movimiento que agota a los que le rodean. Pero lo habitual es que la hiperactividad se diagnostique cuando el niño empieza el colegio y los profesores notan que es incapaz de concentrarse ni de fijar su atención en algo.
P. ¿Se conoce el problema lo suficiente?
R. No, uno de nuestros objetivos como asociación es lograr que los médicos diagnostiquen antes esta enfermedad de manera que los niños reciban la atención educativa y farmacológica que precisan desde pequeños. Muchos de estos chiquillos no están ni diagnosticados.
P. ¿Está preparada la escuela para atender a estos chicos? R. El problema es que no dan un certificado de minusvalía, con lo que no se puede llevar al niño a centros de integración con profesorado de apoyo, y en los otros colegios el chaval acaba perdido. Estos chiquillos necesitan aulas con muy pocos alumnos y en una clase con otros 25 escolares acaban dispersándose y molestando y ellos mismos sufren al ver que no avanzan como los demás porque no pueden concentrar su atención.
P. Para la familia tiene que ser agotador.
R. Sí, queremos crear una escuela de padres para aporyarnos unos a otros porque es frecuente caer en depresiones.
P. También los chavales sufrirán mucho.
R. Sí, lo pasan muy mal, son niños muy hipersensibles y con una autoestima muy baja. Los hay muy inteligentes, pero su incapacidad para concentrarse les dificulta el aprendizaje y su actitud impulsiva les dificulta hacer amigos.
P. ¿Tiene cura?
R. Hay un 25% de casos en los que el síndrome desaparece al llegar a la adolescencia; otro 50% en los que, aunque el problema persiste, el chaval aprende a controlarse y un 25% restante en el que los chicos desarrollan conductas antisociales acabando en reformatorios o en la cárcel.
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