Los errores de las listas congregan a 1.500 electores en la sede del INE

La calle de Silva (Centro) vivió un trasiego continuo de personas. La oficina del censo electoral, del Instituto Nacional de Estadística (INE), registró más de 1.500 votantes durante toda la jornada. No podían ejecer su derecho por errores en las listas o por no estar inscritos en ellas. Los 40 funcionarios que estuvieron de guardia atendieron una media más de 100 reclamaciones cada hora. En la oficina se vivieron momentos de tensión, como el que protagonizó Inmaculada Villanuda, de 21 años. Esta joven vivía antes en el barrio de Aluche y se cambió a Alcorcón en 1996. Cuando fue a votar ayer, se encontró que no estaba censada en ninguno de los dos municipios. El funcionario del Censo le explicó que el error se debía a la oficina de empadronamiento de Alcorcón, que no le tramitó el alta para votar. "Yo ahora mismo no existo. No entiendo como un error administrativo puede impedirme votar", señaló la afectada.

La lluvia y el presidente de una mesa electoral del distrito de Puente de Vallecas que se presentó ebrio a la apertura de su colegio constituyen las notas destacadas del capítulo de incidencias de la jornada electoral. Otra anécdota la protagonizaron dos personas elegidas para vocales de una mesa. Los dos acudieron a su cita en el colegio, pero fueron relevados de su cometido tras admitir que eran analfabetos.

El agua caída por tarde obligó a interrumpir la votación en el colegio Panamá (San Blas) durante más de media hora, el tiempo que emplearon los bomberos en achicar el agua que se coló en las aulas, donde había colocadas 10 urnas. Después se abrieron las urnas con normalidad.