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El PP retrocede en Jaén ante los socialistas pero mantiene cómodamente la alcaldía

La moneda estuvo toda la noche electoral de canto, pero finalmente salió cara para el Partido Popular. Miguel Sánchez de Alcázar disfrutará de mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Jaén, si bien su gobierno tendrá un margen de actuación mucho más estrecho que el de su predecesor, el también popular Alfonso Sánchez Herrera. El PP rebaja su representación en un concejal respecto a los comicios de 1995 (pasa de 15 a 14), mientras el PSOE recupera terreno ostensiblemente (de 8 a 11 ediles), a costa de la caída de Izquierda Unida (de 4 a 2 concejales).

El candidato del PP había pedido, una y otra vez, el compromiso del resto de partidos para que dejasen gobernar a quien tuviera más votos. Sánchez de Alcázar no tendrá que esperar a ver la actitud de sus contricantes: PSOE e Izquierda Unida rozaron durante toda la noche la suma de 14 concejales (el umbral de la mayoría absoluta en el consistorio jiennense), pero los últimos votos escrutados permitirán al PP regir en solitario en Jaén. La victoria absoluta del PP llegó en el último asalto. El primer avance del escrutinio (al 25%) daba una sorprendente victoria del PSOE y los populares tuvieron que esperar al penúltimo recuento del Ministerio del Interior (al 90,9%) para alcanzar los 14 concejales que finalmente le garantizarán el gobierno de la ciudad. No en vano, el candidato socialista, Juan Torres, había anunciado reiteradamente en la campaña la posibilidad de llegar a acuerdos con IU para arrebatar la alcaldía al Partido Popular, con cuyo gobierno municipal ha mantenido en esta legislatura una fuerte confrontación que ha llegado a los tribunales en casos como la privatización del agua. El pacto, sin embargo, no tendrá ninguna virtualidad tras los resultados electorales. El considerable avance de los socialistas no fue suficiente para compensar el descalabro de Izquierda Unida que perdió la mitad de sus ediles. En la provincia, el PSOE sigue con la hegemonía. Según los primeros datos, podría recuperar alcaldías gobernadas en esta legislatura por el Partido Popular sin mayoría absoluta, como Úbeda o Linares. En todos los municipios el mayor descalabro ha sido el de Izquierda Unida. El PA no consigue representación en la capital y la provincia sigue siendo un reducto sin conquistar para los andalucistas. Con estos resultados, los socialistas se recuperan del retroceso de 1995 en la provincia, en la que mantuvo la hegemonía pero viendo cómo el PP le pisaba los talones, quedándose a menos de 20.000 votos de diferencia. En aquella ocasión fue el voto rural el que salvó a los socialistas, ya que en las principales ciudades de la provincia no consiguieron ser la lista ganadora. Fue el caso de la capital, Úbeda o Linares. Los socialistas consiguieron en las urnas 152.707 votos, lo que supuso el 40,06% y el peor resultado electoral desde 1977. Este panorama volvió a cambiar radicalmente en las elecciones autonómicas y generales que se celebraron en 1996, en las que el PSOE volvió a recuperar voto urbano llegando a superar el 47% del total, una línea que ha confirmado ahora. El Partido Popular subió en las últimas municipales hasta los 135.816 votos, el 35,63% del total. El descenso de los socialistas fue el que se sumó el PP, que ganó 10 puntos sobre las municipales de 1991. El mayor contraste se da en los resultados de IU: hace cuatro años se congratulaba de la decisión de los electores de la provincia, ya que con el 14,86% de los votos (55.945) consiguió un incremento de cuatro puntos respecto a 1991. En el bando de los decepcionados quedó el Partido Andalucista, que perdió la representación en la capital y en el conjunto de la provincia se quedó con 12.504 votos.

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