Barcelona, pionera en políticas de juventud

, El Ayuntamiento de Barcelona termina el mandato con un colofón esperado por muchos de los 328.000 barceloneses menores de 30 años: la inauguración de 431 pisos de alquiler barato, de rotación quinquenal, adjudicados por sorteo. El capítulo de viviendas asequibles queda todavía pendiente de otras actuaciones en marcha pensadas para mitigar lo que es el gran obstáculo para volar del nido familiar. Más incluso que el paro, que en la capital catalana registra dentro de este colectivo uno de los índices más bajos de España y que se ha reducido a menos de la mitad en este mandato. La concejal socialista de Juventud, Immaculada Moraleda, reconoce que ha influido mucho para esta aportación la presión ejercida por el movimiento okupa, que ha resurgido con fuerza en los últimos cuatro años. La oposición critica que Barcelona pierde población porque los jóvenes no encuentran piso, pero Moraleda replica que el padrón desciende por el bajón de la natalidad y que los que se van de la ciudad no son jóvenes, sino personas de más de 30 años que ya tienen estabilizada su vida personal y familiar. Barcelona es pionera en políticas de juventud y creó en 1985 una concejalía específica. El colectivo ha conseguido tener cada vez más peso. Este ejercicio, el Consistorio, gobernado por PSC, IC-V y el PI, ha cifrado el dinero presupuestado para políticas de apoyo al colectivo (el 22% de los ciudadanos) en 2.888 millones de pesetas. De ellos 1.065 se dedican al fomento de la ocupación juvenil mediante los diferentes cursos que se imparten en la entidad municipal Barcelona Activa, donde uno de cada tres alumnos es menor de 25 años. La parte lúdica es tradicionalmente uno de los puntos fuertes en Barcelona. Además de los grandes conciertos de la semana de la Mercè, la patrona, Juventud también da cobertura a festivales de música moderna como Sónar o BAM. En el terreno nocturno también ha puesto en funcionamiento la campaña Barcelona, bona nit, gracias a la cual diferentes espacios de la ciudad (polideportivos, museos, bibliotecas, etcétera) abren hasta la madrugada para potenciar un ocio más sano. Desde hace un año, el Ayuntamiento ha decidido alargar una hora el horario del metro en festivos, hasta las dos de la madrugada, y ha establecido líneas de autobús nocturnas pensadas en los itinerarios para los que salen de marcha. Moraleda reconoce dos agujeros en su gestión que espera poder subsanar tras el 13-J: dar respuesta a las necesidades de los adolescentes de 12 a 16 años, y crear programas de apoyo a jóvenes inmigrantes, cada vez más numerosos en la ciudad y con problemas de integración.