Huelva, entre humos y marismas
Huelva es una ciudad de contrastes. Tiene naturaleza, con el paraje Marismas del Odiel a las mismas puertas de la ciudad, las rías del Tinto y del Odiel, y el Parque Nacional de Doñana al Este, a menos de media hora de la capital en coche. Tiene un sol intenso y luminoso, que calienta pero no quema pues se halla ubicada en plena Costa de la Luz, en el bravo Atlántico. Pero Huelva es también una ciudad con graves carencias medioambientales: las derivadas de la presencia desde hace 35 años de las fábricas del Polo Químico, sobre todo de las ubicadas en la avenida de Francisco Montenegro, en el casco urbano. Huelva, pues, entre marismas, mar y humo, está eternamente en busca de un equilibrio difícil. Hace unos meses, parecía que el medio ambiente iba a ser la gran estrella de esta campaña electoral para las municipales, pero, en última instancia, el problema que más ha preocupado y crispado a unos y otros ha sido bien distinto: la salvación del Recreativo, un club que precisa de 2.700 millones de pesetas antes del 31 de julio para convertirse en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) y no descender a Tercera División (se halla en Segunda A, gran campaña este año). Los políticos se han vestido simbólicamente la histórica camiseta blanquiazul del Decano -el Recreativo es el equipo más antiguo del fútbol español- y la campaña evoluciona entre el "Recre, Recre" y el "Huelva, Huelva", que desde hace cuatro años entona con enorme éxito el alcalde, Pedro Rodríguez, del Partido Popular, de 55 años, un conocido empresario que en 1995 irrumpió por sorpresa en política y ganó contra todo pronóstico las municipales en el feudo del PSOE. Reubicar fábricas En la precampaña, el candidato socialista, José Juan Díaz Trillo, desempolvó una vieja polémica: la necesidad de abrir el debate sobre la reubicación de las factorías del Polo de la avenida de Francisco Montenegro. Fue tal la polvareda que despertaron esas manifestaciones que pronto, por arte de magia, desaparecieron de escena. Llegó el silencio. Ni siquiera en Izquierda Unida, los antiguos promotores de la idea, encontraron eco. El candidato de IU, Manuel Rodríguez, manifestó ayer: "Nosotros no somos partidario de esa reubicación. Ha de ser la presión urbanística de la ciudad la que vaya acorralando poco a poco a esas fábricas, hasta que queden obsoletas y tengan que cerrar", dijo. José Juan Díaz Trillo propone en materia de medio ambiente lo que denomina un pacto de progreso. Se resume así: más fábricas y menos contaminación. La aplicación de nuevas tecnologías contra las emisiones contaminantes y la implantación de las nuevas factorías en la zona de Nuevo Puerto, alejadas de la ciudad. Mientras, en el Partido Popular todos apoyan el Polo, aunque el alcalde, Pedro Rodríguez, en lo que después su partido vendió como un exceso oral, dijera hace dos años que si alguna fábrica contaminara, tendría que irse. Huelva es una ciudad apegada a sus tradiciones, que vive y disfruta en la calle: la devoción por la Patrona -la Virgen de la Cinta-, la Semana Santa, el Rocío, las fiestas Colombinas. Tiene también una juventud emprendedora, que vive y disfruta por la mañana y la noche en la zona de La Merced, donde está la Facultad de Derecho. Una ciudad con un comercio pujante y ambicioso, que se da principalmente en la calle Concepción, una arteria peatonal con sabor clásico en pleno centro, y en la barriada de Isla Chica, en los alrededores del estadio Colombino. Una ciudad acogedora. Se dice que a Huelva se llega llorando -capital alejada y desconocida-, pero que de ella también se sale llorando -la nostalgia, al dejarla, puede ser fatal-. Una de las iniciativas en cuya importancia coinciden todos los partidos consiste en la creación del denominado Polígono Agroalimentario, que proporcionaría 3.000 puestos de trabajo. Fue una moción de PSOE e Izquierda Unida que aprobó e hizo suya el Partido Popular. "Queremos que ese polígono concite el interés de determinadas empresas para que se instalen en Huelva y abunden en la industria de transformación. Que tenga una vertiente agrotecnológica, con oportunidad de inversiones públicas y privadas en materia de investigación", según afirma Díaz Trillo.
La salvación del Recreativo ha sustituido al medio ambiente como estrella del debate electoral
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