Pujol rechaza las críticas de que CiU no invierte en municipios socialistas

El presidente de Convergència Democràtica (CDC), Jordi Pujol, tuvo que emplearse a fondo ayer en Girona para salvar la maltrecha imagen que de su Gobierno proyectan los socialistas. El mensaje de que CiU sigue escatimando inversiones a los ayuntamientos gobernados por el PSC, como es el caso de Girona, empieza a calar en el electorado. Pujol, como ya hizo en Barcelona, enumeró cifras millonarias para negar tal marginación y acusó a los socialistas de amenazar con esta actitud el autogobierno de Cataluña.

"No podemos permitir que se nos eche en cara que no hemos hecho nada cuando lo hemos hecho, alguna vez incluso con la oposición de algunos alcaldes socialistas", manifestó Pujol en el acto de cierre de campaña de Girona, ante un millar de personas que no llenó la totalidad de las localidades previstas por la organización. Barcelona, Girona y Lleida son las ciudades con ayuntamientos socialistas en las que el presidente de CDC defiende la política de su Ejecutivo. El PSC ha lanzado durante toda la campaña el mismo discurso, acusando a CiU de haber marginado los municipios socialistas. Discurso que se hizo más evidente en los debates con los candidatos de Barcelona. El presidente usó ayer la misma táctica que en la capital catalana y enumeró una por una las inversiones realizadas por CiU en Girona. "Al final resultará que no hacemos nada, que no somos nadie, que no pintamos nada", dijo Pujol, para lanzar a continuación un duro ataque: "No se dan cuenta algunos socialistas que con esta confrontación de negarlo todo, lo que están haciendo es amenazar y quitar baza a las instituciones catalanas, que son el Parlament y la Generalitat". Encuestas desfavorables Las encuestas no son favorables y menos en los municipios socialistas donde se consolida el apoyo al Gobierno local. La estrategia de CiU es común: Pujol volvió a reclamar a los ciudadanos el mismo voto en las cuatro elecciones que se celebrarán durante el próximo año: municipales, europeas, autonómicas y generales. Todo ello con un doble objetivo: poder reivindicar con más fuerza un nuevo pacto fiscal y más poder competencial para Cataluña e imposibilitar la mayoría absoluta del PP. Para Pujol, tanto el Partido Popular como el PSOE se han alineado en diversas ocasiones para frenar los nacionalismos vasco y catalán, y sus candidatos catalanes también forman parte de este proyecto. El presidente de CDC y de la Generalitat se mofó incluso de los que opinan que es demasiado mayor para concurrir a la reelección -hoy cumple 69 años-. "En 1995, con 66, vuestro alcalde, que fue mi contrincante, dijo que yo era viejo. Al final se demostró que volví a ganar", manifestó ante los aplausos enfervorizados del público. Josep Antoni Duran Lleida, presidente del comité de Gobierno de Unió Democràtica, utilizó en su mitin las mismas ideas que Pujol. Sin embargo, Duran extendió la petición del voto a los militantes y simpatizantes de Esquerra Republicana y reclamó el "voto útil nacionalista". CiU presenta en Girona a la diputada Zoila Riera para intentar lavar la cara a la derrota de los nacionalistas en las anteriores elecciones municipales. Riera reclamó el voto a CiU porque, a su juicio, 20 años de gobierno socialista en la ciudad "son demasiados". "Nos toca, por tanto, el cambio, nos toca ser el relevo". Enfrente, Zoila Riera tenía al presidente Pujol, quien lleva 19 años al frente del Gobierno de la Generalitat.