La ciudad de las rotondas

No se puede hablar de Dos Hermanas sin que en la conversación, más pronto que tarde, salga a relucir Sevilla, a pesar de que los líderes políticos se empeñen en buscarle una identidad como pueblo recurriendo a la leyenda de Elvira y Estefanía, las dos hermanas que han dado nombre a la ciudad. Se cuenta que ambas llegaron desde Castilla llamadas por Gonzalo Nazareno, a quien les unía algún parentesco. Nazareno luchó al lado de Fernando III para reconquistar Sevilla en el siglo XIII y el rey, agradecido, le regaló los territorios donde ahora se asienta Dos Hermanas. El legado de este noble guerrero a la ciudad fue su apellido, que es el gentilicio de la población: nazarenos. Nada que ver con la Semana Santa. Diez minutos y una autovía sembrada de coches en ambos sentidos separan el pueblo de la capital, en un trayecto de intenso olor a aceite, la industria por excelencia de la localidad. Pero el viajero o trabajador que se adentra en Dos Hermanas lo primero que encuentra es una avenida, la de España, con 17 rotondas, que rodean la localidad. Cada una lleva el nombre de una comunidad del país y se están adornando con los árboles autóctonos de cada lugar, cedidos por las distintas regiones. ¿Hacen falta tantas rotondas? "Son una manera de convivir. El semáforo regula dando órdenes, la glorieta es más cortés, se cede el paso". Ese es el talante del alcalde socialista, Francisco Toscano. Lleva 16 años gobernando con mayoría absoluta, algo en lo que su adversario del PP, Ignacio Plaza, ve una ventaja para dar un zarpazo en estas elecciones arguyendo hartazgo en la población. Pero el alcalde contraataca con números y con anécdotas: "Soy el octavo de 14 hermanos y padre de seis hijos y eso te enseña a compartirlo todo. A pesar de la mayoría absoluta, el 99% de los acuerdos se han consensuado con la oposición". Ese es uno de los motivos, según dice, de que ambos partidos, PP e IU, hayan tenido serios problemas internos, que en el caso de Izquierda Unida acabaron con la escisión del grupo: de seis concejales conseguidos en el 95, cuatro se presentan a esta campaña como Izquierda Andaluza-Los verdes y dos por IU. El candidato de estos últimos es Carlos Benítez. El líder nazareno del Partido Andalucista (sin representación municipal hasta ahora), Juan Luis Luceño, completa la lista de candidatos. La ciudad, o el pueblo, nadie se pone de acuerdo en este extremo, bulle cada mañana alrededor del pequeño comercio que se adueña de las calles más céntricas. En esa zona está todo: las tiendas, los bancos, las cafeterías, el ayuntamiento y la plaza de abastos. En el mercado la gente coincide en una cosa: "Aquí se vive muy bien". "Los mayores vivimos bien, tenemos un centro ahí al lado que tiene de todo para divertirse y hasta un barbero para pelarse". "Yo vengo ahora mismo del gimnasio y doy clases para adultos sin que me cueste un duro", dice una señora que compra caracoles. Pero, ¿qué falta y qué sobra en Dos Hermanas? Faltan cines, grandes superficies, como en Sevilla, aparcamientos en el centro, policía... Y sobran drogas e inseguridad. La gente más humilde se queja además de que la población gitana goza de ventajas que ellos no tienen. El alcalde, según dicen, les perdona el pago de algunos servicios municipales. Toscano sabe que ciertas políticas de solidaridad no siempre se entienden bien entre los habitantes y cuando se le mencionan estas quejas de los nazarenos pone cara de cantinela. Las demás carencias se explican desde el Gobierno municipal como una falta de riesgo empresarial. La iniciativa privada llega más lenta a Dos Hermanas que a otras poblaciones que rodean la capital. "En el Aljarafe ponen cines y zonas recreativas porque responden a la demanda de Sevilla. Aquí, cuando se lanzan a hacer inversiones saben que sólo cuentan con la población nazarena, por eso va más lento, crece con el ritmo de la propia ciudad, pero llega", asegura Toscano. El candidato popular es el más joven de todos los que se presentan a estas elecciones nazarenas: Ignacio Plaza es un empresario de 31 años, pero veterano militante popular que ha decidido dar el salto a la política activa. "Ahora, después de 16 años de hegemonía socialista, es más fácil, es el momento". Izquierda Andaluza, con cuatro concejales, sabe que corre el riesgo de perder votos por la escisión del partido. Sin embargo, antepone su programa y su ideología: "Por no dividir el voto no vamos a estar en un proyecto en el que no creemos", dice Antonio Morillas, en referencia a Izquierda Unida. El 13-J los nazarenos deberán elegir entre varios programas. Todos los partidos tienen una prioridad: eliminar el paro, que se sitúa en un alto 23,94% de la población activa. Yendo por partes, la izquierda sitúa sus propuestas en potenciar la cultura y las señas de identidad del pueblo. La derecha en una mayor presencia policial para combatir la inseguridad ciudadana