PSOE y PP se enzarzan por la seguridad de la incineradora

La huelga que iniciarán hoy los trabajadores de la incineradora de Valdemingómez ha llevado al PSOE y al PP a enzarzarse por la seguridad de esta planta, que cada día quema 600 toneladas de basura. El concejal socialista Rafael Merino culpa al PP de la huelga y le exige que obligue a la empresa concesionaria del servicio, Tirmadrid, a que cumpla el convenio laboral y de seguridad.Merino asegura que la "incineradora está quemando sistemáticamente más basura de las 600 toneladas diarias que tiene asignadas", lo que "provoca que los trabajadores efectúen muchas horas extraordinarias que luego no se pagan", y ello pese a que el municipio paga anualmente a Tirmadrid unos 2.000 millones de pesetas.

Merino reclama al PP "que aproveche esta huelga para cerrar definitivamente la incinedora y trasladar a los trabajadores de los hornos a las líneas de reciclado. De esa forma", señala, "la planta podría recuperar el doble de los materiales que recuperó en 1998". "La incineradora y la recogida de residuos", agregó el edil socialista, "son incompatibles, ya que el objetivo de la primera es quemar, mientras que el de la segunda es el de recuperar y reciclar el mayor volumen de residuos".

"Cuando empezó a funcionar la planta en 1993", añade Merino, "reciclar una tonelada de basura le costaba al Ayuntamiento 1.800 pesetas por cada tonelada. En cambio, desde que en diciembre de 1995 empezaron a funcionar los hornos, el coste ha aumentado un 67%, hasta llegar a la 4.000 pesetas por tonelada actualmente".

Informe técnico

El gobierno municipal, del PP, salió ayer al paso de las acusaciones lanzadas por el PSOE. Un portavoz señaló que el consistorio dispone de un informe recientemente elaborado por la Inspección de Trabajo que señala que la planta de Valdemingómez "cumple con las medidas de salud y seguridad laboral". Agregó este portavoz que la huelga anunciada para hoy por los trabajadores "está motivada por la falta de acuerdo respecto al nuevo convenio colectivo". Luis Molina, concejal de Limpieza, señaló ayer: "No se trata de un problema de seguridad, sino de un conflicto entre la empresa y los trabajadores, en el que no interviene el Ayuntamiento de Madrid".Respecto de la denuncia del PSOE relativa a que la planta está quemando más basura de la establecida, el concejal de Medio Ambiente, Adriano García Loygorri, negó que se esté superando la capacidad térmica establecida para la central. "Las previsiones que se hicieron cuando se construyó la incineradora de Valdemingómez establecían, efectivamente, la introducción de 600 toneladas de basura al día, pero con un poder calorífico de 3.500 kilocalorías por kilogramo. Sin embargo", añadió, "el poder calorífico de los residuos que ahora se están quemando es muy inferior".