El PP reafirma su poder autonómico, el PSOE recupera electorado y caen IU y los regionalistas

Asturias se presenta como la única excepción en un panorama electoral continuista. El PP saldrá claramente reforzado el 13 de junio en la mayoría de las comunidades en las que gobierna, y el mayor porcentaje de este éxito se lo atribuirán Eduardo Zaplana, en la Comunidad Valenciana; Juan José Lucas, en Castilla y León; Alberto Ruiz-Gallardón, en Madrid, y Miguel Sanz, en Navarra. Pero la victoria de los populares en estos comicios -que no incluyen a Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco- irá acompañada de una fuerte recuperación del PSOE, que volverá a ser el más votado en Asturias y que verá particularmente consolidado al alza el respaldo de los electores a José Bono, en Castilla-Mancha, y a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en Extremadura.Los 364 escaños logrados por los populares en las autonómicas de 1995 se incrementarían a 383-391, pero el partido que lidera José María Aznar sufrirá un severo traspié en Asturias, comunidad marcada por la disputa pública sostenida en los últimos meses por el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y el presidente del Principado, Sergio Marqués, pugna que derivó en la escisión del PP regional.

Salvo en esta última comunidad, que volvería a ser gobernada por el PSOE, y Baleares y Canarias, donde la relación de fuerzas permanecería casi estable, los dos partidos mayoritarios mejorarían considerablemente sus resultados el próximo domingo -el PSOE subiría de 262 escaños a 272-280- y lo harían previsiblemente en detrimento de Izquierda Unida, que retornaría a los niveles de 1991, y de las formaciones regionalistas. Según el sondeo realizado por Demoscopia entre 17.500 personas, del 26 de mayo al 1 de junio, la fuerza que lidera Julio Anguita verá reducidos sus 66 escaños de hace cuatro años a 43-45.

El presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, saldrá claramente reforzado gracias al reconocimiento de su gestión que le brindarán, fundamentalmente, los valencianos de clase social baja y media-baja y la población mayor de 65 años. El electorado aprueba su labor con 5,7 puntos, pero la gran diferencia la marca el grado de conocimiento que los entrevistados tienen de él. Mientras Zaplana es conocido por el 92% de los entrevistados, a su más directo rival, el socialista Antoni Asunción, sólo lo conoce el 39%. Así se entiende el éxito del presidente valenciano, que obtendría el 49% de los votos (el 42,9% hace cuatro años) y mejoraría entre seis y ocho escaños su presencia en la Cámara regional. Del total de 89 diputados, su candidatura conseguiría entre 48 y 50.

También Juan José Lucas, en Castilla y León, repetiría mayoría absoluta. Sus actuales 50 escaños -de un total de 84- subirían a 52-53. Y la misma suerte seguiría la lista encabezada en la Comunidad de Madrid por Alberto Ruiz-Gallardón, que subiría tres escaños (de 54 a 57). La caída de IU en esta comunidad sería espectacular: de 17 a 11 parlamentarios.

Es significativo el éxito de los populares en Navarra, donde previsiblemente seguirán gobernando. PP-UPN subiría cuatro escaños, y el CDN de Juan Cruz Alli caería de 10 a 3, con lo que Miguel Sanz necesitaría el apoyo del PSOE, que subiría de 11 a 13.

El PP experimenta también una gran mejora en Cantabria, donde pasa de 13 a 18-19 escaños al beneficirse de la desaparición de Upca, la formación de Juan Hormaechea, que tenía 7; y se consolida en La Rioja, Aragón, Canarias, Murcia y Baleares, si bien en esta comunidad peligra su mayoría absoluta.

El gran revés lo sufre el PP en Asturias, donde baja del 42,2% de los votos obtenidos en 1995 al 36%, lo que implica una pérdida de cuatro escaños (de 21 a 17). Los mismos que gana el PSOE. Los socialistas, con Vicente Álvarez-Areces, alcalde de Gijón, volverían así a ser la fuerza más votada y previsiblemente recuperarían la Presidencia de la comunidad. IU, que por desacuerdo con el PSOE facilitó en 1995 que gobernara Sergio Marqués (PP), baja de seis a cuatro. Los populares pagan así la crisis desatada entre Marqués y Álvarez Cascos, que llevó a que el presidente autonómico fundara un nuevo partido, la Unión Renovadora Asturiana, a la que el sondeo otorga un solo escaño.

Esta victoria de los socialistas, junto con la recuperación generalizada del voto en las restantes comunidades, constituye la gran novedad para la primera fuerza de la oposición, que además ve reforzado considerablemente el poder de sus barones Bono e Ibarra. El presidente de Castilla-La Mancha, tras 16 años de gobierno, es el dirigente más valorado. Su gestión es aprobada incluso por los votantes del PP e IU. La estrecha mayoría absoluta que José Bono obtuvo en 1995 (24 escaños de un total de 47) aumentaría ahora en uno o dos diputados, mientras que el PP perdería uno. IU saldría del Parlamento.

En Extremadura, el 13-J reforzará a Rodríguez Ibarra, que conseguiría 32 escaños (uno más), a sólo uno de la mayoría absoluta.