Molins y Duran Lleida piden en el tramo final de la campaña el voto de ERC y el PP para su coalición

Las encuestas no son propicias para Joaquim Molins, candidato de CiU a la alcaldía de Barcelona. Y ayer, tanto el alcaldable como el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, decidieron rebañar el plato electoral y pedir el voto de Esquerra Republicana y el PP para Convergència i Unió, ya que de esta manera pasaría a convertirse, a juicio de ambos dirigentes, en voto útil nacionalista. Para reforzar al candidato de CiU, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, tiene hoy previsto comparecer junto con Molins en una recta final de campaña que se endurece día a día.

A pesar de los pronósticos desfavorables de los sondeos, Molins, afirmó ayer que la "victoria" está a su alcance e instó a los electores a "no hacer caso" de las encuestas. El alcaldable de CiU se mostró convencido de que va a sorprender en las elecciones e inició una ofensiva para recoger el 13 de junio el voto de ERC y evitar fugas de votantes catalanistas hacia el PP. Molins, en el mitin que celebró en el barrio de Sant Antoni, recalcó que "todo está abierto" y animó a la militancia "a realizar el último esfuerzo" para que Barcelona tenga un gobierno presidido por CiU. Agregó que ERC comparte con Convergència un proyecto nacionalista de país, por lo que consideró "muy grave y una irresponsabilidad" que su candidato, Jordi Portabella, se "apunte" a fomentar el enfrentamiento entre el Ayuntamiento y la Generalitat. Molins alertó al electorado de ERC de que Portabella "ya ha prometido su voto" a Joan Clos, por lo que afirmó que el voto a CiU es la única garantía de que Barcelona tenga un gobierno nacionalista. Respecto a Pilar Rahola, dijo que "ya no cuenta" y consideró que los socialistas ya le habrán dado "algún cargo". Por su parte, el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, que también intervino en el mitin, insistió en que Molins ya "desafió" a las encuestas en las elecciones generales, indicando que los sondeos "son como un perfume que sólo hay que olerlo y si alguien se lo bebe coge un mal de tripas". El presidente del comité de gobierno de Unió pidió también para CiU el voto de los electores nacionalistas de ERC e IC-V, a los que dijo que votando a estas dos formaciones estarán dando el voto a los socialistas como "Felipe González, que se quejaba de que el nacionalismo español no estuviera legitimado". Duran añadió que estarán dando los votos "a los socialistas que ahora están compitiendo con el PP para ver quién es más falangista y joseantoniano, y pronto discutirán si don Pelayo sería militante del PP o del PSOE".