_
_
_
_
Entrevista:

JOSÉ HEREDIA MAYA DRAMATURGO Y POETA "La poesía, a veces, es puro oxígeno para el que la crea"

El dramaturgo y poeta granadino José Heredia Maya ha exorcizado con la poesía todos los demonios que lo abatieron durante un largo proceso judicial. Su último libro, Experiencia y juicio, es su reflexión personal, visceral, escrita durante los meses en que se enfrentaba a un tribunal. Él mismo define su obra como "necesidad de oxígeno". Nacido en Albuñuelas en 1947, Heredia Maya es autor de obras teatrales tan legendarias en la reivindicación del mundo de los gitanos como Macama Jonda, en la que intervenía Enrique Morente, o Camelamos naquerar (Queremos hablar). Su quinto libro de poemas, publicado por Cuadernos del Vigía, ha sido uno de los grandes éxitos de la Feria del Libro de Granada. Pregunta. ¿Por qué escribió este libro? Respuesta. Por necesidad, por limpieza, por coherencia. Es un libro que tiene unas claves en la cronología muy claras, que comienzan en octubre de 1995 y acaban en febrero de 1996, que es cuando vi que todo lo que uno ha construido en su vida puede venirse abajo, que es una carta a sí o no en un juego legal en el que uno no conoce nada, es absolutamente torpe mientras otros juegan con todos los conocimientos técnicos, y saben de trampas. En ese estado de terror, de desamparo, surgió el primer poema, y descubrí que era oxígeno puro para mí. La poesía, a veces, es puro oxígeno para el que la crea. P. ¿Por qué ese título? R. Yo sabía que era un título arriesgado por la contundencia de esas dos palabras. Con el paso del tiempo, vi que tenían la ambigüedad suficiente como para ser metáforas y transcender la pura anécdota. Todo aquello que pasó ya está superado. P. Es un libro con mucho contenido social: habla de Europa, de las guerras, los perseguidos... R. Sí. Cuando uno se siente en las profundidades, el mapa se queda pequeño. Se pasa no sólo por Europa, no sólo por tu pueblo o tu ciudad, sino por todas partes. Se sufre por la gente que muere de manos de racistas o de asesinos. Quise contribuir modestamente a desmontar la violencia. También descubrí algo asombroso: la capacidad autónoma del cerebro para conseguir el máximo de afinación emotiva, verbal, con temple, con toreo. P. ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en publicar el libro? R. Porque he necesitado tres años para leerlo con serenidad y darme cuenta de que, al margen del alivio momentáneo que para mí suponía entonces escribir, los poemas podían tener interés para los lectores. Han sido los tres años que la obra ha requerido para que pudiera distanciarme de ella, verla como pura literatura, una vez superada la experiencia del juicio. Tampoco quería publicar un libro de poemas sintiéndome ofuscado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_