El PP gana al PSOE, pero su ventaja cae a la mitad
Los socialistas suben dos escaños en el Parlamento de Estrasburgo e IU pierde tres o cuatro
El Partido Popular volverá a ganar las elecciones al Parlamento europeo, como ya hiciera hace cinco años, e incluso mejorará el porcentaje de voto obtenido entonces, pero su ventaja con el PSOE se verá recortada considerablemente. Frente a los 9,5 puntos con que los populares consiguieron despegarse de los socialistas en 1994 -las candidaturas las encabezaban entonces, respectivamente, Abel Matutes, hoy ministro de Asuntos Exteriores, y Fernando Morán, ahora candidato a la alcaldía de Madrid-, el sondeo preelectoral realizado por Demoscopia para EL PAÍS apunta que el próximo 13 de junio la exministra de Agricultura Loyola de Palacio sacará a la socialista Rosa Díez 5,5 puntos. La diferencia de los populares, pues, quedaría recortada en cuatro puntos, lo que tendría su lógica consecuencia en el número de escaños.El pronóstico que a partir de los datos de este sondeo cabe establecer otorga al partido que lidera José María Aznar en estas elecciones -las primeras de ámbito nacional después de las que llevaron al PP a La Moncloa- el 41,1% de los votos y 28 escaños: es decir, apenas un punto más que hace cinco años (40,21%) y el mismo número de eurodiputados. El PSOE conseguiría el 35,6% de los votos y 24 escaños: es decir, mejoraría sus resultados de 1994 (30,67%) en cinco puntos y en dos escaños.
Este resultado puede ser contemplado como una importante merma de distancias por parte del PSOE o como un síntoma de consolidación de la ventaja de los populares sobre los socialistas, según se tome como referente comparativo las europeas del 94 o las generales del 96. Respecto a hace cinco años, el sondeo de Demoscopia deja reducida en casi la mitad la diferencia entre los dos partidos mayoritarios españoles. Pero cabría también considerar que los comicios europeos de entonces quedaron desvirtuados en parte en cuanto a su significación por el elemento coyuntural "de voto de castigo" al Gobierno de Felipe González que comportaron, tal y como los resultados de las elecciones generales celebradas dos años después vinieron a demostrar. Tomando las últimas generales como referencia, el 13-J el PP lograría ampliar su diferencia de entonces (de 1,3 a 5,5 puntos). Aunque prácticamente cualquier especulación es posible a este respecto, lo cierto es que el pronóstico que para unos hipotéticos nuevos comicios generales cabe realizar en función de los datos de este sondeo arroja una distancia de casi cinco puntos entre PP y PSOE. En 1994 votó menos del 60% del censo electoral, lo que sugiere que los votantes del PSOE le "castigaron" mediante la abstención. Si el próximo día 13 la participación alcanzara el 67% estimado, este incremento beneficiaría, con toda probabilidad, en mayor medida a la lista que encabeza Rosa Díez.
La idea dominante entre los ciudadanos es que la candidatura de Loyola de Palacio, aun tocada por el escándalo de las millonarias subvenciones concedidas al cultivo del lino, de las que se habrían beneficiado altos cargos del Ministerio de Agricultura cuando ella dirigía este departamento, ganará con seguridad las elecciones europeas: lo afirma así el 51%, frente a un 11% que cree que la lista ganadora será la del PSOE.
Por lo que respecta a los demás partidos, cabe resaltar la importante caída de Izquierda Unida, cuya candidatura encabeza Alonso Puerta, que perdería casi el 40% de sus anteriores votos y entre tres y cuatro de sus nueve escaños en Estrasburgo. CiU, con la lista de Pere Esteve, mantendría sus tres eurodiputados, y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), con Camilo Nogueira, y la Coalición Europea, que lidera Isidoro Sánchez, entrarían a formar parte del Parlamento europeo con un escaño cada uno. La Coalición Nacionalista, que encabeza el peneuvista Josu Ortuondo, obtendría asimismo un escaño (frente a los dos que logró hace cinco años), y Antonio Gutiérrez Díaz, cabeza de lista de Los Verdes-Izquierda de los Pueblos, podría obtener también una plaza para Estrasburgo, aunque esta posibilidad dista mucho de estar clara.
Si bien un 71% de los entrevistados dice que acudirá a votar con seguridad el 13 de junio, y un 14% adicional indica que probablemente lo hará, la experiencia acumulada en citas electorales anteriores lleva a estimar como más probable una participación real del 67%.
La importancia que los encuestados conceden a estos comicios al Parlamento europeo parece ir en ascenso y, en todo caso, resulta superior a la predisposición a acudir a las urnas. La idea más extendida, expresada por un 44%, es que en adelante el Parlamento de Estrasburgo va a incrementar su importancia. La labor realizada por los parlamentarios españoles que ahora acaban su mandato es objeto de una valoración claramente positiva: el 35% la considera buena, frente a un 14% que la califica de mala. Un 31% adicional dice que ha sido regular.
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