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Entrevista:

"Aunque esté en Buenos Aires, no dejo de pensar en Madrid"

A medio camino entre Madrid y Buenos Aires vive desde siempre Antonio Birabent, que ahora empieza a conocerse aquí artísticamente por su apellido. Un disco concebido e interpretado a cámara lenta, Azar, con algunas letras que hablan de Madrid y sus ambientes, ha logrado que se repare en él como una de las figuras emergentes con algo original en su propuesta. Pero Birabent no surge de la nada. Su padre es, nada más y nada menos, que Moris, el trepidante rockero argentino que a finales de los setenta enseñó a los españoles la viabilidad del castellano como idioma para el rock and roll, cosa que se había dejado de hacer una década antes. Birabent vino a Madrid con seis años para volver a Buenos Aires casi con veinte; por eso, a sus 29 años y establecido de nuevo aquí en un viejo piso remozado de la plaza de Santa Ana, confiesa sentirse "turista y como en casa" en ambas ciudades. En Madrid presenta hoy Azar, justo cuando se cumple el año de haberlo presentado en Buenos Aires. Su padre cantará con él Nocturno de Princesa. Pregunta. Su padre era marcha y usted sosiego, ¿es un desmarque intencionado, lo que en psicoanálisis se conoce como "matar al padre"?

Respuesta. Me gusta tanto el rock and roll que, si tuviera varias vidas como músico, una la dedicaría a rockear. La supuesta lentitud de Azar refleja mi estado de perenne jet lag que supone vivir entre Buenos Aires y Madrid. No obstante, tras esa calma, se esconde una gran tormenta.

P. No me ha contestado, ¿no le gusta hablar de su padre?

R. Todo lo contrario. Estoy diciendo que ambos tenemos la misma tensión interior. Moris la desgarraba con rock and roll, y yo de manera disimulada, con más ambiente de salón elegante.

P. Azar ¿está grabado en su casa de Buenos Aires?

R. Más de un 80%, sí. Durante tres meses llené mi casa de máquinas. De hecho canté todas las canciones en el cuarto de estar, por eso están como tan bajitas, para no molestar. En directo son de otra forma.

P. ¿Por qué habla de Madrid en sus canciones?

R. En mi caso porque soy el único que tiene un pasado largo aquí. Yo formé mi personalidad en Madrid. Cuando mis padres decidieron regresar a Argentina en 1988, mi hermano y yo no queríamos ir, porque éste era nuestro sitio. Y ahora puedo hablar en castizo o en porteño.

P. Su canción Madrid ¿define a esta ciudad?

R. Cuando empecé a escribirla no pensé que iba a acabar hablando de Madrid, sino que surgió de repente. Quería expresar un momento de búsqueda e insatisfacción. Madrid salió porque era inevitable. Cuando estoy allá, nunca dejo de pensar en Madrid.

Birabent + Mercromina. El Sol (Jardines, 3. Metro Gran Vía). Hoy. 23.30. 1.500 pesetas.

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