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TENIS Roland Garros

A Arantxa se le hiela el corazón

La española encalló ante Martina Hingis, que disputará la final con Steffi Graf

Los números dieron la razón finalmente a la suiza Martina Hingis. Había ganado a Arantxa nueve veces de las 10 que había jugado contra ella, y ayer no se produjo otra excepción. La estadística acabó dictando su ley. Arantxa perdió en las semifinales por 6-3, 6-2 en 1 hora y 3 minutos y salió de la pista con su gran corazón helado. Ni siquiera la pista central de Roland Garros pudo hacer esta vez el milagro. La distancia entre Hingis y Arantxa sigue siendo excesivamente grande.Hingis se enfrentará mañana en la final (14.00 horas) a la alemana Steffi Graf, que venció a la estadounidense Monica Seles por 6-7 (2-7), 6-3, 6-4 en 1 hora y 56 minutos. Graf , de 29 años, no disputaba una final del Grand Slam desde que ganó el Open de Estados Unidos en 1996. Desde entonces, no había superado unos cuartos de final.

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Arantxa deja este torneo, que ganó el año pasado, con la satisfacción de haber alcanzado las semifinales, tras una temporada marcada por una lesión en la muñeca izquierda que la ha mantenido fuera del circuito durante dos meses, desde el Open de Australia hasta el Torneo de Cayo Vizcaíno, y que le ha impedido llegar a París en óptimas condiciones.

Sin embargo, el golpe recibido ayer en la pista central fue duro. Especialmente duro, porque Arantxa basa toda su temporada en el torneo parisino y porque la imagen que dejó como estela en la central fue la de una luchadora que se ve impotente para liberarse de las cadenas con que la va envolviendo su aguerrida rival. Sólo en una ocasión Arantxa pudo escapar de aquella prisión que le había diseñado Hingis. Fue cuando, tras 14 minutos de juego y perdiendo ya por 5-0, logró adjudicarse su servicio por primera vez.

Se produjo allí un hecho que delató que la actitud mental de la suiza comenzaba a modificarse. Hasta entonces, había mantenido una seriedad impresionante y ningún detalle había logrado perturbar su concentración. Pero entonces, con 5-0 y 30-30, Hingis fue a buscar una bola que había caído entre el público y rompió su hermetismo para desahogarse. Creyó que la manga estaba decidida y se equivocó. Su pérdida de concentración la llevó a fallar un intento de dejada y a tirar un resto en la red. Allí cedió su primer juego, y ahí el partido tomó otro rumbo.

Momento de debilidad

No fue una circunstancia que pasara desapercibida para Arantxa. Al contrario. La española aprovechó aquel momento de debilidad mental de Hingis para lanzar un ataque a la yugular. Rompiendo el saque de la suiza y ganando luego el suyo, logró crear una sensación de ansiedad a Hingis, que comenzaba a tener prisa para cerrar la manga inicial.El partido se convirtió entonces en una cuestión de detalles: una bola cortada de Arantxa que sale por pelos, una derecha cruzada de Hingis tras una dejada que se va por milímetros y, básicamente, un break-point de la española que no logra aprovechar con 3-5 y ventaja.

"Sí, ahí ella tenía prisa por ganar los puntos y yo tuve mi oportunidad", reconoció Arantxa. "Pero se me escapó y ella ya no me dio ninguna más. Sin embargo, creo que hice lo correcto. Jugué agresiva, porque es la única manera de ganarla. El problema fue que este no es mi tipo habitual de juego y por eso cometí más errores . Por otra parte, ella jugó extremadamente bien y fue mejor que yo. Tal vez si sigo insistiendo en jugar agresiva la próxima vez pueda ganarla".

Con la pérdida de la primera manga acabó el partido para Arantxa, simplemente porque Hingis recuperó la calma, volvió a imponer la calidad y la precisión de su juego, y recuperó todo el decorado inicial con que había comenzado. La batalla psicológica estaba resuelta y esa era la única baza real con la que contaba Arantxa para desequilibrar el partido. Lo demás fue todo anecdótico.

En la final, Hingis, con 18 años la más joven de las cuatro semifinalistas, deberá mostrarse incluso más entera que contra Arantxa para lograr su sueño de ganar en Roland Garros, el único Grand Slam que falta a su palmarés. Su juego puede llevarla al triunfo, pero el más ligero desliz le puede dejar helada la sonrisa en sus labios.

Steffi Graf, de 29 años, salvó la pérdida de la primera manga y acabó su partido contra Mónica Seles con una sonrisa similar a la que adornó su primer triunfo en el Grand Slam, en junio de 1987 en la misma pista central. Graf ha vuelto y no parece dispuesta a dejar escapar esta nueva oportunidad.

Resultados

Semifinales femeninas: Hingis (Suiza, 1ª cabeza de serie) vence a Arantxa (7ª) por 6-3, 6-2. Graf (Alemania, 6ª), a Seles (EEUU, 3ª) por 6-7 (2-7), 6-3, 6-4. Junior. Cuartos de final. Masculino: Robredo vence a Enev (Bulgaria) por 7-5, 6-4. Femenino: Foretz (Francia), a Marrero por 6-3, 6-3.

Partidos para hoy: Pista central (13.00) Meligeni (Brasil)- Medvedev (Ucrania). Hrbaty (Eslovaquia)- Agassi (EE.UU, 13).

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