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Reportaje:

La altura del suelo

Los socialistas valencianos han llegado a obtener la mayoría absoluta de los votos en tres elecciones de la historia democrática reciente. Unos resultados que no comparan con el apoyo de ninguna otra fuerza política en la Comunidad Valenciana. Sus peores momentos coinciden con la últimas elecciones municipales y autonómicas, cuando cedieron la Generalitat al Partido Popular y Unión Valenciana. El Partido Socialista Obrero Español fue el partido más votado en la Comunidad Valenciana en las primeras elecciones generales de 1977, con un 36% de los votos, casi cuatro puntos por encima de la extinta Unión de Centro Democrático. Los impresionantes resultados de la organización socialista de ámbito estatal provocaron la sucesiva fusión en su seno de otras fuerzas de izquierda, como el Partit Socialista del País Valencià, Unidad Socialista o el Partido Socialista Popular. Las elecciones generales de 1979 provocan un ligero ascenso del voto socialista, que sigue siendo la fuerza más votada, pero UCD recortó las distancias y se quedó a menos de un punto del PSPV-PSOE. El triunfo más espectacular se produce en 1982, cuando los socialistas obtienen su primera mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Los socialistas valencianos lograron la mayoría absoluta de los votos válidos con un 51,35%. El hundimiento de UCD fue acaparado por Alianza Popular, pero los socialistas ganaron por la derecha y por la izquierda y se tragaron la gran mayoría del importante descenso del voto comunista. El jovencísimo Joan Lerma se subió a la ola del cambio en el momento oportuno y también sumó la mayoría absoluta de los votos en las elecciones autonómicas de 1983 con el apoyo de 982.000 electores. En la provincia de Alicante, los socialistas superaron el 55% de los votos. Las paralelas elecciones municipales fueron del mismo tenor. La ola empezó a deshincharse después del gran vuelco, pero en las elecciones generales de 1986 los socialistas todavía rozaban un 47% de los votos emitidos. Las elecciones autonómicas de 1987 supusieron un importante retroceso de los dos partidos mayoritarios. El PSPV perdió 154.000 votantes y diez puntos porcentuales sobre los votos emitidos. El PP, que se presentaba por primera vez bajo esas siglas, también bajó siete puntos. El grueso de los votos perdido fueron a parar al Centro Democrático y Social, que pasó a ser la tercera fuerza política en la Comunidad Valenciana con un 11% de los votos, y a Unión Valenciana, que se presentaba por primera vez en solitario y sumó 183.000 votos, un 9% del voto. El PSPV perdió la mayoría absoluta en las Cortes Valencianas, pero Joan Lerma gobernó en solitario y sólo sufrió un duro revés cuando Izquierda Unida y los dos diputados de Unitat del Poble Valencià se negaron a apoyar unos presupuestos. El apoyo de los socialistas se mantuvo prácticamente idéntico en las elecciones generales de 1989, en las que el PSPV superó el 41% de los votos. Los socialistas fueron respaldados por casi 860.000 electores en las elecciones autonómicas de 1991, muy por debajo de los resultados obtenidos en 1983. Sin embargo, se alzaron con la mayoría absoluta en las Cortes. La escasa participación, la más baja hasta la fecha en las cuatro elecciones autonómicas celebradas en la Comunidad Valenciana, benefició a los socialistas, que mantuvieron una diferencia de 15 puntos sobre el Partido Popular. Unión Valenciana superó el 10% y se convirtió en tercera fuerza política. La ciudad de Valencia tuvo que ser cedida a una coalición entre el PP y Unión Valenciana en las elecciones municipales celebradas en la misma fecha. Los socialistas perdieron la hegemonía en la Comunidad Valenciana en las elecciones generales de 1993. Por primera vez, el PP se convertía en la fuerza más votada y superaba el 40% del voto. Los socialistas todavía mantenían el tipo y sólo bajaron a un 38,5% sobre el voto emitido. Las elecciones europeas de 1994 abrieron la brecha de forma definitiva. El PSPV se quedó en poco más de un 39%, el peor resultado de su historia reciente, mientras que el PP lograba un 44,7% del voto, su mejor indicador hasta la fecha. El vuelco en las Cortes Valencianas se produjo en las últimas elecciones autonómicas. El PP superó el millón de electores, pero la alta participación frustró la mayoría absoluta de Eduardo Zaplana. Los socialistas sumaron 804.000 votos. Las elecciones municipales registraron similares resultados porcentuales, pero los socialistas perdieron las tres capitales provinciales. Los socialistas rozaron el millón de votos en las generales de 1996, y recuperaron casi 200.000 votos y cuatro puntos porcentuales respecto de las autonómicas celebradas un año antes. El electorado socialista se ha mantenido siempre por encima de los 800.000 votos. A pesar de sus problemas internos, los socialistas valencianos confían en la altura de ese suelo electoral y apelan de forma individualizada a sus votantes fieles: Contigo.

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Una carrera de obstáculos

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