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CiU y PP abandonan un debate sobre cultura antes de que concluya

La Asociación de Artistas Visuales de Cataluña reunió ayer, en el centro cívico de Can Felipa, en Barcelona, a siete representantes políticos para que expusieran sus opiniones sobre patrimonio y apoyo a los creadores. Fue un debate de dos horas que perdió color por la marcha, antes de hora, del invitado de CiU, Jaume Ciurana, y el del PP, Miquel Arredonda. Pese a ello, todos coincidieron en que la ciudad ha terminado la época de las grandes infraestructuras culturales.

El del centro cívico del Poblenou fue un debate largo y disperso en el que los representantes de los partidos coincidieron, básicamente, en tres cosas. Por un lado, en que Barcelona ya ha terminado la época de las grandes infraestructuras destinadas a equipamientos culturales, lo que permitirá invertir más en la revitalización de los barrios. Por otro, en que es necesario destinar más recursos a la cultura -Miquel Arredonda, del Partido Popular (PP), aseguró que su formación quiere aumentar en un 50% su presupuesto- y en que la ciudad ha perdido importancia en cuanto a capital cultural respecto a otras ciudades como Madrid y Valencia. El representante de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), Felipe López Aranguren, y Ferran Mascarell, desde su doble papel de director gerente del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) y de representante del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), quisieron, sin embargo, matizar este último aspecto. López Aranguren puso de relieve que, si la capital de España ha aumentado su ímpetu cultural por encima de la catalana, no ha sido precisamente gracias a su ayuntamiento, en manos del PP: "Mis compañeros de Madrid están luchando para que no les coloquen un monumento de 15 metros dedicado a la Guardia Civil", exclamó. Mascarell, por su parte, recordó que el Consistorio barcelonés ha ido aumentando el presupuesto destinado a cultura y que no cabe comparar la ciudad con otras ciudades del mundo, entre otras cosas, porque no es capital de Estado. Como ya sucedió el miércoles pasado en el debate entre los cabezas de lista de los siete partidos en el Ateneo Barcelonés, los representantes de los partidos de la izquierda criticaron el papel inversor de la Generalitat en Barcelona. Fue, sin embargo, cuando los dos representantes de CiU y del PP, respectivamente, ya habían abandonado la sala, lo que descafeinó la discusión. Aleix Puiggalí, del Partit per la Independència (PI), acusó al Gobierno autonómico de hacer "políticas de remiendo" en cuanto a la promoción de artistas catalanes, y al Gobierno central de bloquear la llegada de partidas de capitalidad que, a su juicio, son necesarias para revitalizar la cultura en la ciudad. Lluís Fajarí, de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), tildó las difíciles relaciones del Ayuntamiento y la Generalitat de "elemento distorsionador" y propuso que el Consistorio "se libere de la carga que supone mantener una veintena de museos". Fajarí sostuvo que los museos municipales, excepto el Marès, el Picasso y el de Historia de la Ciudad, tienen que pasar a ser competencia de la Generalitat. Defendió, asimismo, la renegociación de los acuerdos actuales de los museos consorciados: el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), el de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) y el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB). Mascarell respondió que el Ayuntamiento, en todo caso, se propone gestionar, durante el próximo mandato, el 51% del presupuesto del Macba para terminar con su indefinición y para propiciar la revitalización, de paso, del arte en la ciudad: ayudando a los creadores y a las galerías privadas mediante la compra de obras.

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