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Reportaje:

Linares busca nuevos caminos

Linares está llenando de actualidad los medios de comunicación. Se acaba la legislatura y la presencia de la localidad se multiplica como un pulpo con largos tentáculos. Lo último ha sido la tormenta del 1 de junio con casas desalojadas -precisamente las del barrio marginal del Cerro-, desperfectos en el mobiliario urbano, en industrias, gasolineras. Pocos días antes la atención se centró en un supuesto fraude al Servicio Andaluz de Salud cometido durante 1994 por una empresa que concertaba la reducción de listas de espera quirúrgicas y que, según se ha denunciado en un anónimo, inflaba las facturas para recibir más dinero público. Un poco antes, el mes pasado, se anunciaba una inversión multimillonaria que creará entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo a través de la madera. El nombre propio del proyecto es Tafisa. Nada le podía venir mejor al alcalde que el anuncio de esta inversión en plena campaña electoral. La puesta en marcha de esta empresa supondrá que Linares deje de mirar fijamente a Santana, la compañía que entró en crisis en la actual década y que ha supuesto una drástica reducción de puestos de trabajo. De ser el referente del empleo de una comarca, la única fábrica de vehículos de Andalucía se ha quedado en casi 1.700 empleos fijos y el caramelo de algunos contratos eventuales cada año para atender las demandas de la producción. Cuando estaba a pleno rendimiento, Santana suponía la ocupación para el 35% de la población laboral frente al 10% actual. El porcentaje más alto se correspondía al momento en que Suzuki era la propietaria y no pensaba en dejarla. Después los japoneses quisieron cerrar y tuvo que llegar la Junta, quedándose con el accionariado para poder salvar lo que quedaba. Ahora en Linares no quieren depender de una sola fuente. Esta ha sido la constante histórica de un pueblo que fue minero desde principios de siglo y que padeció una profunda crisis con la desaparición de la actividad. Más tarde se encontraron con Santana y volvió la esperanza. El negocio de la madera El último sector que ha entrado en juego es la madera de Tafisa y los 23.480 millones de pesetas que está dispuesta a gastar en la segunda localidad de la provincia. "Linares tiene que conseguir no depender de ningún elemento singular para que no se tengan que revivir más las crisis pasadas". Las palabras son del alcalde, Juan Lillo, del PP. El candidato del PSOE, Juan Fernández, coincide en que es necesaria una diversificación, pero defiende Santana por el papel que juega en sí misma y por la generación de industrias auxiliares. Con la ventaja, añade, de que éstas buscan caminos para no depender sólo de la factoría de Linares y diversifican su producción. Ana Moreno desde Izquierda Unida también muestra coincidencia con estos planteamientos. "Parece que las cosas ahora no están tan mal", dice. Sin embargo matiza que no han mejorado las condiciones de acceso al mercado laboral para las mujeres, como demuestra el hecho de que configuren el 65% de la población demandante de empleo. La causa está en que el trabajo que se ha generado en la localidad está muy vinculado a tareas que desarrollan los hombres: primero la minería, después la automoción. Sólo de forma testimonial algunas trabajadoras se han contratado en Santana. "El paro es femenino y joven", añade la candidata de IU. En estos últimos cuatro años se han notado cambios en la fisonomía de la ciudad, y se verán aún más cuando terminen las demandadas obras en la plaza del Ayuntamiento. Pero no dejan en la oposición que ésto se lo apunte el alcalde, porque se han iniciado después de 10 años de debate. "Lo que ha habido en esta legislatura ha sido un continuismo, el PP se ha apoyado en la anterior gestión socialista", asegura Juan Fernández. El alcalde responde con sonrisa irónica: "Los socialistas dicen que han estado 16 años arando y que nosotros hemos recolectado la cosecha. No hombre, no. La gente sabe quién ha hecho las cosas y, además, hemos distribuido entre los ciudadanos un boletín para que se sepa lo que se ha hecho". Entre las actuaciones destaca la puesta en marcha del polígono industrial, la apertura de la casa museo de Andrés Segovia, la recuperación de la Estación de Madrid o el asfaltado "del 70% de las calles". Todo, con una inversión en cuatro años de 12.000 millones de pesetas de los que se ha ejecutado, según datos del alcalde, el 70%. De esta cantidad, 5.000 millones han llegado de la Junta, 3.000 del Gobierno central, 2.000 de la Unión Europea y otros 2.000 de las propias arcas municipales. La oposición tiene una visión diferente. IU y PSOE indican que la deuda municipal ha subido de 6.400 millones a 9.000. Lillo cree que lo importante es el resultado final y bajo su mandato, dice, se han creado 3.000 puestos de trabajo netos.

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