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TENIS - ROLAND GARROS

La garra de Arantxa puede con todo

La española supera a Plischke y se enfrentará a Hingis en semifinales

Un aura especial rodea a Arantxa cuando juega en Roland Garros. No es la misma. Su tenis se sitúa en otra dimensión, y su mentalidad adquiere un potencial suplementario que la convierte en una jugadora mucho más peligrosa. Así lo reconoció ayer la suiza Martina Hingis, que se enfrentará a ella en las semifinales, y así lo demostró Arantxa al derrotar con una solvencia impensable a la austriaca Sylvia Plischke (6-2, 6-4, en 1 hora y 30 minutos). Conchita Martínez, en cambio, no acudirá a la cita. Perdió ante Monica Seles (6-1, 6-4, en 1 hora y 22 minutos). Seles y Steffi Graf, que venció a Lindsay Davenport por 6-1, 6-7 (8-6), 6-3, disputarán la otra semifinal.Los más de diez años que lleva disputando este torneo no la han envejecido, al contrario: la han mejorado. Desde aquel 1989 en que Arantxa se convirtió en la campeona más joven de la historia -después pasó a ser Seles-, la tenista española no sólo ha mantenido intacta su garra, su agresividad y sus piernas, sino que, además, ha pulido su juego. Ahora, Arantxa ya no es sólo aquella tenista capaz de batallar durante cuatro horas si era necesario con tal de acabar con la resistencia de su rival. Ahora Arantxa domina toda la gama de golpes y su cabeza le permite ir dosificando su esfuerzo y elegir en cada momento la solución adecuada.

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Su forma de entender el tenis apenas ha variado. Para ella sigue siendo lo más importante en su vida, a pesar de que ahora la comparte con su novio. Y sólo esa concepción del deporte la ha convertido en una de las jugadoras más regulares del circuito y la ha llevado a disputar 21 semifinales del Grand Slam -9 en París-, 12 finales y a ganar 4 títulos (3 Roland Garros y 1 Open de EEUU). Es una leyenda de calibre similar al de las cuatro jugadoras que mañana disputarán las semifinales de este Roland Garros. Entre las cuatro atesoran el nada despreciable botín de 39 títulos del Grand Slam (21 de Steffi, 9 de Seles, 5 de Hingis y los 4 de Arantxa). Y las cuatro han marcado el tenis femenino mundial de forma incuestionable en la última década: todas han sido número uno (Graf, 377 semanas; Seles, 178; Arantxa, 12, y Hingis, 96). Y todas, menos Hingis, han ganado ya el Torneo de Roland Garros.

En ellas, pues, no cabe esperar errores. Van a darlo todo en las semifinales, igual que lo hicieron ya en los cuartos de final. Arantxa marcó las pautas de su partido en los tres primeros juegos, cuando rompió el saque de Plischke, salvó un 0- 40 para situarse 2-0, y cedió el tercer juego después de 14 minutos y 7 ventajas para la austriaca. Plischke descubrió allí que la Arantxa a la que había superado en Roma no tenía nada que ver con la de París. "Allí jugué menos profundo y perdí más yo que no ganó ella", explicó Arantxa. "Aquí intenté mandar siempre, jugué muy profundo, ataqué cuando quise, y creo que siempre mantuve el partido bajo control".

Debió ser frustrante para la austriaca ver a Arantxa correr desde el fondo a una dejada mortal y verse luego obligada a reanudar el punto antes de acabar perdiéndolo. Pero también debió de serlo comprobar que sus potentes golpes de fondo e incluso su inteligente juego se estrellaban una y otra vez ante la entrega, la garra y la cabeza de Arantxa, y encontraban siempre la réplica adecuada en la raqueta de la española.

"Me siento más cómoda con todo mi juego que el año pasado", confesó Arantxa. "En el 98 llegué sin estar en gran forma. Ahora puedo hacer más cosas, tengo armas para hacerlas".

También Conchita Martínez posee las armas necesarias para ganar a cualquier jugadora del circuito. Pero a ella la traicionan su cabeza y su falta de preparación física. Aunque ella aseguró ayer sentirse muy satisfecha de su condición física ("resisto los partidos largos", dijo) y de la forma en que jugó contra Seles, su derrota volvió a dejar un sentimiento de impotencia. Conchita demostró que sus golpes podían llevarla a la victoria. Pero sus piernas no la acompañaron. Fue por no llegar a tiempo a alguna dejada asequible, por llegar asfixiada al final de algunos puntos, por no poder estar convencida de sus propias posibilidades, por lo que Conchita acabó perdiendo. No por su juego. Y por eso su derrota resulta aún más frustrante.

Resultados. Cuartos de final. Masculinos: Hrbaty (Eslovaquia) vence a Ríos (Chile, 9º cabeza de serie) por 7-6 (7-4), 6-2, 6-7 (5-7), 6-3. Agassi (EEUU, 13º), a Filippini (Uruguay), por 6-2, 6-2, 6-0. Femeninos: Arantxa Sánchez (7ª), a Plischke (Austria), por 6-2, 6-4. Seles (EEUU, 3ª), a Conchita Martínez, por 6-1, 6-4. Hingis (Suiza, 1ª), a Schwartz (Austria), por 6-2, 6-2. Graf (Alemania, 6ª), a Davenport (EEUU, 2ª), por 6-1, 6-7 (6-8), 6-3. Orden de juego para hoy. Pista central (12.00): Kuerten (Brasil, 8º)-Medvedev (Ucrania). Corretja (6º)-Meligeni (Brasil).

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