Vivir sin Mazinho tras tres años de liderazgo
Después de tres años de liderazgo en el centro del campo céltico sin una sola lesión, la edad comienza a pasar factura a Mazinho, que ha dejado al Celta huérfano de su enorme clase en el tramo final de la temporada. Un problema de rodilla amenaza incluso su recuperación para el inicio del próximo curso, un golpe muy duro para un grupo acostumbrado a trabajar a la velocidad que le marca el brasileño.La baja de Mazinho ha transformado la fisonomía del equipo de Víctor Fernández. No tiene a nadie como él en el vestuario porque no hay otro como él en el mundo, se lamentó esta semana el entrenador del equipo vigués. Ahora el Celta es un grupo sin tanto sentido del ritmo que pasa muchos más apuros para encontrar la velocidad adecuada. La solución pasó ayer por improvisar un doble pivote con Makelele y Mostovoi, dos jugadores brillantes pero sin la sangre fría suficiente para liderar una zona del campo tan comprometida.
