_
_
_
_
Tribuna:EL DEFENSOR DEL LECTOR
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Se manipula la guerra?

¡Ojo con los hombres, que todos buscan lo mismo! Si aquella temprana recomendación familiar a las mujeres no pareciese un poco -o muy- antigua, podría decirse que la profesión periodística tiene algo de femenino: una de las primeras cosas que aprende un periodista es a ponerse en guardia ante las verdaderas intenciones de políticos, financieros o cualquier representante de intereses con relevancia social.Pero pocos peligros más ciertos en este terreno que la conjunción político-militar durante un conflicto armado. Medias verdades, sugerencias torcidas, noticias no confirmadas o simples mentiras tratan de pasar por verdades como puños. Y en derredor del tinglado bélico pulula un montón de estímulos más sutiles que tratan de distorsionar el panorama.

Los lectores conocen estas elementalidades y muchos se ponen en guardia. Una magnífica actitud a la hora de leer, por ejemplo, cuanto acontece en el conflicto de Yugoslavia.

Dos lectores llamaron el viernes para protestar por la fotografía que ilustraba la primera página del periódico y que se reproduce aquí, en pequeño.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La postura del presidente de Yogoslavia, Slobodan Milosevic, evoca de inmediato el saludo fascista, con toda la carga de repugnancia que esto provoca.

La foto es de Associated Press, y, según confirma la redactora jefa de Fotografía, Marisa Flórez, fue enviada por la agencia internacional tal y como apareció en el periódico y aquí se reproduce.

Pero basta fijarse en el hombro izquierdo de Milosevic para advertir que tenía los dos brazos levantados cuando fue captada la imagen. Si se corta uno, no se le deja manco, se le atribuye el aura del fascista, algo que sin duda merece, pero los juicios peyorativos se hacen con suficiente y justificada frecuencia como para que resulte innecesario recurrir a técnicas que no debiera aceptar un periódico de calidad, tal y como se proclama EL PAÍS. Ello supone una exigencia insoslayable ante sus lectores, que tienen derecho a demandar un estilo sin la menor sospecha manipuladora.

Tribunales en La Haya

También el viernes, Emilio González López se dirigió por teléfono al Defensor del Lector para cuestionar el rigor del titular de primera página de esa fecha: El Tribunal de La Haya culpa a Milosevic de expulsiones masivas y crímenes en Kosovo.El lector argumentaba que la simple referencia al Tribunal de La Haya remite al Tribunal Internacional de Justicia, con sede en aquella ciudad holandesa y con antecedentes desde 1989.

La Carta de San Francisco de 1945, por la que se creó la Organización de Naciones Unidas, subsumió estos antecedentes y creó el Tribunal Internacional, que mantuvo su sede en La Haya, de modo que la ciudad sigue dando nombre al tribunal en el lenguaje ordinario.

Pero no son sus jueces los que pretenden enjuiciar al tirano serbio, sino los del Tribunal Penal Internacional, creado también por la ONU, en La Haya, en 1993, para crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia.

Su origen, sus funciones y muchos detalles se explicaban con profusión en la página 4 el mismo viernes, en un trabajo firmado por Juan Carlos Sanz.

Tan claro es que se trata de tribunales distintos que el Gobierno de Milosevic ha acudido recientemente ante el Tribunal Internacional de Justicia, el que habitualmente se denomina Tribunal de La Haya, con la pretensión de que enjuicie las actuaciones de la OTAN contra su país.

Una apelación al rigor sugiere que el tribunal que ha imputado crímenes a Milosevic se denomine Tribunal Penal de La Haya, o Tribunal Penal Internacional, para evitar confusión.

El azar y su necesidad

Y ahora, un asunto bien distinto. No se trata de remedar el famoso título de Jacques Monod, sino de recordar la necesidad de publicar puntualmente la información sobre los juegos de azar.Los periódicos llevan tantas cosas dentro que acaban por diseñar un auténtico universo de intereses. El de la suerte no parece el más desdeñable, a juzgar por la pequeña avalancha de llamadas que se produjo el viernes cuando el periódico olvidó publicar la lista del sorteo del jueves de la Lotería Nacional.

Fueron muchos lectores los afectados y el regente de una administración de loterías donde, según aseguró, no reciben la lista oficial al día siguiente del sorteo y se sirven de la reproducción fotográfica del periódico.

No hubo más que un lamentable olvido por el que se piden disculpas y que trató de subsanarse al publicar ayer, sábado, la lista de la suerte. No sólo de guerra viven los lectores. Por fortuna.

Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electrónico (defensor@elpais.es), o telefonearle al número 91 337 78 36.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_