Documentales sobre Chillida completan la antológica que acoge el Guggenheim

El Museo Guggenheim Bilbao inicia hoy un ciclo de documentales sobre la vida y obra de Eduardo Chillida. Las proyecciones son el complemento audiovisual de la exposición antológica dedicada al artista, que se puede visitar en la pinacoteca bilbaína hasta el próximo 29 de agosto. Los tres documentales que se proyectarán en el mismo museo, esta semana, son Eduardo Chillida, dirigido por Laurence Boulting; Chillida: el arte y los sueños y De Chillida a Hokusai: creación de una obra, realizados ambos por su hija Susana.

Este pequeño ciclo de documentales es parte de las actividades paralelas organizadas por el Guggenheim con motivo de la exposición Chillida: 1948-1998, que desde el mes pasado reúne 300 obras realizadas por Eduardo Chillida en medio siglo de trayectoria artística. El primer documental que se proyectará es el que lleva por título el nombre del artista a secas. Dura una hora y ha sido producido por RM associates. Hoy se podrá ver en su versión en lengua vasca y mañana se proyectará en castellano. En los dos documentales que se podrán ver el jueves, en euskera, y el viernes, en castellano, es el propio Chillida quien narra su historia personal y profesional. En Chillida: el arte y los sueños, el artista hace un recorrido por su biografía, explica el sentido de su vida tanto en el ámbito personal como en el profesional. En cambio, en De Chilllida a Hokusai: creación de una obra, el autor donostiarra explica con sus propias palabras los motivos que impulsaron la creación de cada obra en un momento concreto. Ambos, que duran cerca de hora y media en total, han sido dirigidos por su hija Susana. Las proyecciones serán en el auditorio del museo entre hoy y el próximo jueves, siempre a las siete y media de la tarde. Las entradas costarán 500 pesetas al público en general y 250 a los amigos del museo. Los documentales son un complemento a la antológica. Es un recorrido por los 50 años de su trayectoria artística que indica "el camino por el que he llegado hasta aquí", según la definió el propio Eduardo Chillida el día de la inauguración. Un camino forjado por esculturas en acero, alabastro, tierra cocida y papel así como múltiples dibujos.