El BNG acusa al PP de 'inflar' el censo de emigrantes para dar un 'pucherazo'
,El Bloque Nacionalista Galego (BNG) promoverá en los próximos días denuncias ante las juntas electorales para tratar de impedir que se manipulen los sufragios de los emigrantes en el extranjero, que suman más del 10% de todos los gallegos con derecho a voto. El número de electores gallegos residentes en otros países se ha duplicado desde los anteriores comicios municipales, un aumento que el BNG atribuye a maniobras del PP para inflar el censo en una colectividad que recibe grandes ayudas económicas de la Xunta de Galicia y a la que los demás partidos apenas pueden hacer llegar sus mensajes por falta de medios.
"Quieren dar un pucherazo", advirtió hace unos días el líder del BNG, Xosé Manuel Beiras. Esta coalición está reuniendo pruebas de prácticas de miembros del PP que, según el BNG, tratan de dirigir el voto del extranjero. Los miembros del Bloque están escaldados por lo ocurrido en las últimas autonómicas, cuando los sufragios de los residentes ausentes les privaron de un escaño en favor del PP. El Partido Popular,que en las elecciones autonómicas de 1997 logró casi el 70% de los votos emitidos por los llamados "residentes ausentes", rebate a los nacionalistas acusándoles de "insultar" a los emigrantes.Mientras el censo decrece en Galicia y la emigración ha sido ínfima en los últimos años, el número de votantes que viven en el extranjero se incrementa de modo espectacular. El mayor aumento se produjo en los meses anteriores a las autonómicas de octubre de 1997, cuando el número de emigrantes con derecho a voto alcanzó los 232.067, de los que casi el 25% emitió su sufragio. Para el próximo 13-J el censo de los residentes ausentes ha vuelto a crecer hasta los 244.555 (el total es de 2.280.410), casi el doble de los inscritos en los comicios municipales de 1995. En 50 de los 314 municipios gallegos los emigrantes representan más del 20% del total de los electores.
Según la Xunta, este aumento se explica por su política de ayudas sociales a los centros gallegos del exterior, especialmente en América, un territorio al que Fraga viaja cada pocos meses. El secretario de Organización del BNG, Francisco García, cree, sin embargo, que el verdadero motivo de este "exagerado" crecimiento es el interés del PP en hacerse con una bolsa de votos que se ejercen "sin garantías ni seguridad jurídica". García explica que en elecciones autonómicas o generales las papeletas se envían por correo a los inscritos en el censo sin que se pueda verificar que la recibe el interesado en persona. En ocasiones, asegura el dirigente nacionalista, "hasta las han repartido empresas de mensajería".
Para las municipales, el votante ha de reclamar una copia con la lista de las candidaturas de su municipio y escribir él mismo en un documento oficial la opción elegida. Hace cuatro años, asegura García, en el Ayuntamiento pontevedrés de Gondomar se recibieron 500 papeletas escritas a mano con un tipo de letra idéntico. Hay emigrantes, sobre todo en América, que viven en una precaria situación económica y que incluso reciben de la Xunta ayuda para alimentos.
Cuarta generación
Los nacionalistas se quejan de que muchos de los inscritos en los últimos años son gallegos "de tercera o cuarta generación", algunos de los cuales nunca han puesto un pie en la tierra de sus antepasados. "¿Por qué pueden votar los que viven en el extranjero y no mis primos de Ermua que vienen al pueblo todos los veranos y tienen más elementos para valorar?", se pregunta García.Una de las pruebas que remitirá el BNG a la junta electoral será un vídeo de un acto que se celebró el pasado 7 de abril en Montevideo, en la Casa de Bergantiños, una comarca coruñesa, con la asistencia del alcalde popular de Carballo, Manuel Varela, y del presidente del PP en la capital uruguaya, Walter Pena. "A la entrada", relata Evencio Ferrero, portavoz del BNG en Carballo, "se le requería a la gente el pasaporte y se le pedía que firmasen la solicitud del voto por correo". Varela les entregó un cheque con cargo al Ayuntamiento por valor de 3.200 dólares -medio millón de pesetas- y un boletín municipal con el título de Construyendo futuro, editado especialmente para la ocasión y que se pagó con 200.000 pesetas de los fondos municipales. En Carballo (25.000 habitantes) hay registrados para el 13-J 4.300 votantes de la emigración. "El PP está muy apurado para repetir la mayoría absoluta y por baja que sea la participación de los emigrantes, sus votos pueden resultar decisivos", denuncia Ferrero.
Hace unos días, residentes gallegos en Suiza acusaron al consejero laboral de la Embajada de intentar orientar su voto hacia el PP. Durante la campaña a las elecciones autonómicas de 1997 se produjeron episodios similares: el PP de Montevideo insertó un anuncio en la prensa convocando a los gallegos a votar en la misma sede del partido, y tres días antes de los comicios llegaron a Galicia 150 emigrantes en un viaje pagado por la Xunta y la mayoría confesó que se traía la papeleta en el bolsillo. El propio Fraga y otros altos cargos de su Gobierno no se han recatado en hacer campaña política en favor de su partido durante giras institucionales por América, sufragadas con fondos públicos. El PP gallego no respondió a una llamada de este periódico para ofrecer su versión sobre las denuncias nacionalistas. Hace unos días, con ocasión de las insinuaciones de Beiras, Fraga declaró: "Ya está bien de que el Bloque insulte a los emigrantes. ¿Saben lo que es un emigrante gallego? Se atreven a decir que están comprados. ¿Qué se creen, que no son gallegos los de Cuba, Montevideo y Buenos Aires? Son los mejores gallegos del mundo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.