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FÚTBOL 35ª jornada de Liga

Juan González saca al Atlético de su mal sueño

Pésimo partido del equipo rojiblanco, que fue superado por el Racing

Santiago Segurola

Conforme a un carácter que exige emociones fuertes, el Atlético arregló el partido en el último minuto, en medio de las abundantes muestras de desagrado de su fiel hinchada, capaz de llenar el Manzanares sin otra perspectiva que el sufrimiento. Así ha escrito muchas páginas de su historia este club singular, siempre excesivo para todo. En Juan González, autor del gol del empate, se resume la situación actual del Atlético. El hombre llega de prestado, con un talento muy limitado, sabedor de que sus días en el equipo están contados, un marginal convertido en el pequeño héroe del día. Como en el Atlético todo es una trapisonda, poco extraña que un suplente procedente del Oviedo saque al equipo de un apuro gravísimo.Como se esperaba, en el Atlético no hubo juego, ni pinta de hacerlo. La última victoria en casa llegó en la noche de los tiempos, cuando Sacchi era entrenador, se juegaba la primera vuelta y la gente celebraba las derrotas del Barcelona y del Madrid. Ahora se vitorean los goles que reciben el Villarreal y el Extremadura. Un club que vive entre extremos, no cabe duda. Pero si el fútbol es impensable en el Atlético, lo peor es su triste futuro. En el mejor de los casos tendrá que vender a la mayoría de sus jugadores. Uno por uno, pasaron ayer por el partido. Faltó Venturin, pero nadie echó en falta su ausencia. Si el Atlético quiere poner en el escaparate su actual colección de futbolistas, está listo. Dificilmente sacará un chavo por unos jugadores de una mediocridad asombrosa.

ATLÉTICO 1

RACING 1Atlético: Molina; Aguilera, Torrisi, Chamot, Toni; Roberto (Solari, m.60), Santi (Geli, m.87), Juninho, Serena (Njegus, m.70); José Mari y Juan González. Racing: Grodas; Mellberg, Arzeno, Neru (Txema, m.75); Tais (Vivar, m.87), Sustikov, Ismael, Sietes; Munitis, Amavisca y Salva (Bestchajnij, m.46). Goles: 0-1. M.47. Bestchajnij remata contra el portero. El balón sale rechazado y el delantero ruso marca. 1-1. M.90. Centro desde la derecha de Juninho que lo cabecea Juan González. Árbitro: Andradas. Amonestó a Torrisi, Juninho, Ismael y Munitis. Unos 48.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón.

En el Racing hubo uno que sería Maradona en el Atlético. Munitis, se llama. Le bastaron cuatro cosas para provocar una sarracina en la defensa local. Cada una de sus intervenciones dejó en evidencia a los defensas, que se comían las fintas, los regates, los frenos.

De la primera parte, no hay nada que recordar. El Atlético tenía dos problemas: jugadores discretísimos y mal colocados. El experimento de Santi como medio centro fue un fiasco. Se sintió abrumado por sus limitaciones en una posición que desconoce. Pero a su alrededor, nadie le mejoró. Por los lados, Roberto y Serena estaban a la quinta pregunta. Y Juninho volvía dejar girones de un prestigio que ha perdido a chorros en el Atlético. Un jugador intrascendente con ínfulas de estrella.

El Racing también sostuvo que la primera parte corría a beneficio de inventario. Pero en la segunda pegó un estirón que sorprendió al Atlético. Marcó Bestchajnij y tembló el Manzanares. El Atlético no veía la forma de conseguir el empate, principalmente porque no se acercaba al área. No podía. Sus carencias se volvieron tan sangrantes que daba un lástima por los jugadores, superados por los acontecimientos y por sus limitaciones.

La gente comenzó a sublevarse. Se escucharon gritos de "mercenarios, mercenarios", y ya había quien se temía lo peor en el próximo partido frente al Extremadura. Pero a últimisima hora, como es de ley en el Atlético, Juninho sacó por fin un centro decente y Juan González lo cabeceó con mucho estilo ante el delirio de los aficionados, que ya no aguantan más este mal sueño.

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