La grada festeja al finalista de la Recopa
La afición del Mallorca recibió a su equipo con el grito de "¡campeones!", "¡campeones!". Le hizo sentirse vencedor moral de la final de la Recopa. El Lluís Sitjar registró un lleno para ver a los hombres de Héctor Cúper. La directiva rebajó a la mitad el precio de la localidades para favorecer la asistencia de espectadores, y éstos no fallaron. La marea roja tiñó las gradas del campo, desde donde se reclamó la continuidad de Cúper y del meta Carlos Roa.El Mallorca lucha por la Liga de Campeones, pero también por el técnico y el portero argentinos. El propietario de la entidad, Antonio Asensio, volvió a recordar ayer que había igualado la oferta económica del Valencia, "para que nadie diga que si Cúper se va es porque le ofrecimos menos dinero", indicó. Lo de Roa es, todavía, más complicado. Sus deseos son los de retirarse al final de la temporada para dedicarse de lleno a su religión, la Iglesia Adventista.
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