Una apuesta beligerante por las nuevas tecnologías de información

El Partido Popular ha apostado decididamente por las nuevas tecnologías y ha optado por ser "beligerante" en el fomento de la sociedad de la información entre los ciudadanos valencianos. Los populares consideran que la Comunidad Valenciana, abierta al exterior, con una importante densidad de población, una economía diversificada y una sociedad flexible, constituye un "ecosistema" adecuado para el desarrollo de las nuevas tecnologías. La filosofía que subyace al impulso de los usos informáticos desde la Administración autonómica reside en estimular la demanda de los productos que ofrece el futuro antes que subvencionar a las empresas del siglo XXI. La primera experiencia para implicar a los valencianos en los usos de la sociedad de la información es el denominado proyecto Infoville, que consiste esencialmente en subvencionar la compra de ordenadores personales y ofrecer redes locales para servicio de los vecinos de una determinada localidad. La iniciativa contó con los parabienes de la Unión Europea, que ha dotado fondos para desarrollarla y ha extendido el modelo a otras regiones de su ámbito. La elección de Villena como localidad en la que aplicar la experiencia piloto resulta sorprendente y parece resultado de una decisión política un tanto atrabiliaria. Pero tal vez pueda justificarse como una acción encaminada a garantizar la sostenibilidad de una ciudad media alejada de grandes núcleos comerciales. El modelo de redes locales se ha extendido ya a ocho ciudades valencianas. Y ha sido complementado con toda una serie de paralelos en el ámbito de la educación, como Infocampus o Infocole; en el ámbito empresarial, a través de Infomarket; o, como apuesta para incorporar a los mayores a las ofertas de las últimas tecnologías, con Infosenior. Pero las nuevas tecnologías también han alterado las formas de trabajo en la Administración Pública. El número de servidores públicos que tenían acceso a Internet en 1996 ascendía a un centenar. Hoy, prácticamente la totalidad de los funcionarios que trabajan frente a un ordenador personal disfrutan de su propia cuenta de correo electrónico. Los populares tropezaron con una Administración en la que las aplicaciones informáticas habían sido diseñadas por cada consejería para atender sus propias necesidades. El esfuerzo para unificar los sistemas informáticos de todas las dependencias de la Generalitat y fomentar su interconexión constituye una apuesta política de primer orden. Una de las novedades más interesantes que ha introducido el Consell para adaptar la máquina de la Administración a las nuevas tecnologías es el decreto de registro de entrada y salida de documentos, una norma que los responsables de la modernización de las Administraciones Públicas denominaban el decretazo. La disposición establece un sistema único para el tráfico de expedientes por vía informática en el seno de la Administración. De esa forma, los ciudadanos pueden presentar requerimientos o solicitudes en cualquier oficina de la Generalitat. Se impone así la "ventanilla única". El decreto recoge los métodos para garantizar la autenticidad de los documentos en soporte informático y su confidencialidad. Pero sobre todo, permite a los usuarios seguir la tramitación de los expedientes que les conciernen siempre que tengan acceso a Internet. La norma ha obligado a todas las consejerías a adaptar en un modelo único las prestaciones que ofrecen a los usuarios. Pero contiene en germen una apuesta de mayor calado encaminada a revolucionar el modelo de administración. La remodelación del Consell en febrero de 1997 trasladó el área de Administración Pública desde la Consejería de Presidencia a la de Economía y Hacienda. La iniciativa acumuló en una sola entidad las denominadas áreas horizontales de la Administración que sirven al conjunto del aparato de gestión. El modelo de Administración que defiende el subsecretario de Modernización de las Administraciones Públicas, José Emilio Cervera, persigue separar áreas horizontales y verticales. El control del presupuesto y la organización del personal serían atendidos por un segmento de la organización que liberaría de un lastre a los responsables ejecutivos de las áreas encaminadas a garantizar el bienestar social, la calidad de los servicios públicos o la competitividad territorial de la Comunidad Valenciana. Las aplicaciones informáticas unificadas constituyen un primer paso hacia la separación de la gestión de recursos, tanto humanos como financieros, de la acción política de carácter ejecutivo. El próximo paso se denomina Economics, un sistema que permitirá un seguimiento inmediato de la ejecución presupuestaria.