La "viuda negra" de La Seu d"Urgell intenta ocupar el cámping de su difunto marido

Maria del Carmen Badia, conocida popularmente en La Seu d"Urgell como la viuda negra, se atrincheró ayer por la mañana junto a dos de sus hijas en las instalaciones del cámping Pont d"Ardaix, en el Pirineo leridano, reclamando la propiedad y el usufructo de las instalaciones, donde fue asesinado su marido, Josep Campi, muerto a tiros en la cocina del restaurante el 9 de octubre de 1997 por dos sicarios. La aventura acabó tras seis horas de asedio policial. Los Mossos d"Esquadra detuvieron a la mujer y al joven Roque J. J. por un delito de violación de establecimiento público. Después de declarar en comisaria, ambos quedaron en libertad. Badia está procesada como presunta inductora del asesinato de su marido, de quien se había separado unos meses antes. El ministerio fiscal considera que pretendía hacerse con su herencia. La mujer estaba actualmente en libertad condicional por decisión del juez que lleva el caso, para permitirle el cuidado de su hija menor, de apenas dos años. Es su tercer tropiezo con la justicia, ya que además de la inducción del crimen de su marido, ha sido acusada de haber provocado un incendio en su domicilio en Lleida para cobrar el seguro. El próximo martes Badia tiene que firmar ante el juez de Tremp para mantener la libertad condicional bajo fianza de un millón de pesetas dictada hace tres meses. La viuda negra esgrime las decisiones judiciales de los últimos meses que estiman que la separación de Josep Campi quedaría sin efecto al morir éste sin hacer testamento. Badia sería entonces la usufructuaria de los bienes. Los informes periciales señalan que la niña de dos años es hija de ambos y por tanto heredera y legal propietaria del cámping y del restaurante anexo. Por otra parte, el abogado de la acusada considera que hay defectos importantes en la instrucción del caso que impiden mantener en prisión a Badia y a los otros implicados; los dos sicarios y el hombre -su supuesto amante- que pagó el trabajo.