Atención las 24 horas

"Bienvenido: mïresevini". Este es uno de la decena larga de términos que conforman un diccionario básico castellano-albanés, único instrumento con el que cuentan los miembros de la Cruz Roja para comunicarse verbalmente con los refugiados. Sobre los cien voluntarios, que acompañan a los refugiados día y noche -incluso en el hospital donde ha sido ingresada una paciente por insuficiencia renal- recae la responsabilidad de arroparles y prestar la ayuda que necesitan junto a los psicólogos, trabajadores sociales educadores y traductores. "Hemos recibido muchos ofrecimientos de ayuda del pueblo de Cheste", señalaba una portavoz de Cruz Roja, "pero necesitamos personal formado en primeros auxilios o con experiencie en el trato a refugiados". De hecho, el coordinador de la ayuda, Rafael Gómez, ha trabajado junto a la organización en el proceso de paz de Guatemala, así como en Venezuela o Mozambique y conoce cómo comportarse con gente que acaba de salir de situaciones extremas. Los responsables de Cruz Roja también destacan la acogida que ha brindado el resto del personal a los refugiados: los cocineros, que preparan menús especiales sin carne de cerdo a un colectivo musulmán, y los estudiantes del instituto, que han acogido "estupendamente" a sus nuevos compañeros.