Catástrofe aérea bajo control
El funcionamiento de un aeropuerto tiene en la respuesta de los cuerpos de seguridad ante un siniestro aéreo una de sus bazas y preocupaciones principales. Ayer, en el aeropuerto ilicitano de L"Altet, todas y cada una de las personas que forman parte de la compleja maquinaria de emergencia aérea, funcionaron durante las dos horas en las que transcurrió la catástrofre sincronizadas al segundo. Cerca de 250 personas se pusieron en guardia, minutos antes de las diez y media de la mañana, cuando un avión de pasajeros, una maqueta de un Boeing 737, con 56 ocupantes en su interior, comenzaba a arder en la pista. Era el pistoletazo de salida para que la policía, los bomberos y los hospitales de la provincia, se pusieran en alerta y actuaran ante la catástrofe. El primer paso, tras poner en aviso al Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, es sofocar el fuego y rescatar a los ocupantes del avión. Los responsables del simulacro aseguraron que los dos primeros minutos inmediatamente después del siniestro "son los decisivos" para salvar la vida de los pasajeros. En ese espacio de tiempo, de no sofocarse las llamas, "sería muy difícil sacar con vida a las personas del interior del aparato". Tan sólo seis minutos después del accidente simulado llegaba la primera ambulancia, que iría acompañada de decenas más, y de varias unidades de los servicios de ayuda médica urgente (SAMU). El primer efectivo del SAMU tardó 15 minutos. En ese espacio de tiempo, los helicópteros de la Diputación de Alicante habían trasladado hasta el hospital de Alicante a varios heridos. Cada dos años, según la normativa de seguridad de los aeropuertos, se "recomienda" la realización de un simulacro de siniestro para "evaluar la capacidad de coordinación con el exterior", aseguró ayer Jaime Santapau, responsable del aeropuerto de L"Altet. El subdelegado del Gobierno en Alicante, Luis Garrido, consideró que el aeródromo está "perfectamente preparado". Garrido recordó el último estado de emergencia en L"Altet, hace dos semanas, cuando el avión militar que trasladó a Alicante a la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, realizó un aterrizaje de emergencia al haber sufrido un incendio en uno de sus motores, sin ninguna consecuencia para los tripulantes.
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