La Fundación Gregorio Ordóñez premia la labor de las víctimas por la paz

Un inmenso panel en el que estaban escritos los nombres de los cerca de mil muertos en atentados terroristas de ETA y los GAL sirvió de escenario al acto de entrega de la cuarta edición del premio de la Fundación Gregorio Ordóñez, que distingue a quien ha trabajado en favor de la paz y este año ha sido concedido a las víctimas del terrorismo.La ceremonia que se celebró en el Palacio de Miramar de San Sebastián en presencia del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, constituyó un homenaje a las víctimas del terrorismo, algo bastante infrecuente, como se encargaron de recordar, en el momento de recoger el premio, la portavoz de la Asociación de Víctimas del Terrorismo del país Vasco, Cristina Cuesta, y la presidenta de la AVT española, Ana María Vidal. Les acompañaban centenares de personas pertenecientes a estas dos entidades al recibir la escultura, que simboliza la paloma de la paz, de manos de la presidenta de la Fundación y viuda de Gregorio Ordóñez, Ana Iribar, y del alcalde de Ermua, Carlos Totorika, que fue premiado el pasado año.

Ana Iríbar reivindicó la memoria y exigió justicia frente a quienes pretenden "pasar de puntillas" por los años negros transcurridos y para los cuales las víctimas se han convertido en "un obstáculo". Añadió que, pese a la declaración de tregua de ETA, el año transcurrido ha sido duro y ha estado lleno de desasosiego. "Ahora no nos matan, pero tampoco nos dejan vivir" declaró la viuda de Ordóñez aludiendo a la presión y acoso que han sufrido los militantes del PP y del PSE-EE durante estos meses a consecuencia de la violencia callejera. Recordó también a los numerosos demócratas que durante estos años han tenido que abandonar forzosamente el País Vasco por las amenazas de las que han sido objeto.

Cristina Cuesta también aludió al olvido y la indiferencia en los que ha mantenido la sociedad a las víctimas del terrorismo. Y Ana María Vidal reconoció que "no hay rivalidad" entre las dos asociaciones, que van a trabajar juntas para que no se les condene al abandono.