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Buscando la mitad de la Tierra

Dice un proverbio chino que las mujeres tienen la mitad del cielo. María Miralles, una feminista malagueña que lleva casi toda su vida peleando por la igualdad, hace militancia y le añade una coletilla: "Nosotras queremos la mitad de la Tierra". Alcanzar esa meta es el objetivo de las más de mil asociaciones de mujeres que existen en Andalucía y que ayer se reunieron en Torremolinos para hacer balance, intercambiar experiencias y renovar reivindicaciones. Durante el encuentro, las anécdotas se intercalaron con la demanda de igualdad real. La representante de un pueblecito onubense relataba que en 1992 una funcionaria del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) fue a asesorarlas en la creación de una asociación. Al final de la reunión propuso tomar un café, pero las invitadas declinaron la oferta. No estaba bien visto que mujeres solas estuvieran en un bar. Las participantes del encuentro celebraron que las cosas hayan cambiado y lo del bar era obviamente solo una anécdota. "Lo más importante es avance en la concienciación feminista", apuntó Josefa Zambrana, portavoz de una organización gaditana. Según datos del IAM, en los últimos 10 años, las asociaciones se han multiplicado por ocho, al pasar de 151 a 1.187. Para Francisca Fuillerat, presidenta de la federación de asociaciones de Granada, lo más importante no es solo el avance cuantitativo, sino el cualitativo: antes las mujeres buscaban espacios donde reunirse; ahora pretenden unir fuerzas para que sus propuestas políticas, laborales y sociales sean asumidas por administraciones, partidos o sindicatos. La tarea no ha sido fácil. Las representantes de las organizaciones coincidieron en que el movimiento asociativo se ha topado con obstáculos sociales, culturales y económicos. También hubo consenso en que el trabajo futuro será igual de difícil porque la igualdad real, no la jurídica, tardará varias generaciones. "Y no en llegar, sino en conseguirse, porque habrá que luchar para alcanzarla", matizaron. ¿Objetivos para los próximos 10 años? También la respuesta fue unánime: lograr la incorporación del hombre al ámbito doméstico. ¿Y los mayores problemas a los que se enfrenta la mujer? Vuelta a la coincidencia: el desempleo, la discriminación laboral, la violencia familiar y el tratamiento judicial de los malos tratos. Lo que sembró algunas discrepancias fue la ponencia con la que se abrió el encuentro. María Luisa Balaguer, la única catedrática de Derecho Constitucional de Andalucía, lanzó la propuesta de que se modifique la Ley Orgánica Electoral para que todos los partidos apliquen una cuota obligatoria de representación femenina del 33%. IU y PSOE contemplan un cupo en sus estatutos, pero otras formaciones, como el PP, aunque incorporan mujeres a sus listas, no tienen establecida una reserva específica. Balaguer también pidió una Ley de la Mujer, que garantice derechos laborales y políticos y que disponga el archivo de las causas pendientes por aborto. Los aplausos refrendaron la propuesta, pero tampoco hubo unanimidad. Como propuestas del encuentro, las asociaciones acordaron trabajar para debatir un nuevo modelo de familia y para que la sociedad sepa que no quieren separar a los hombres de sus reivindicaciones, sino hacerlos cómplices del cambio. En los pasillos, las mujeres hicieron hincapié en la situación laboral: "La violencia no es sólo la de los malos tratos; hay una violencia social. Cuando vas a un trabajo, lo primero que te preguntan es si estás casada y cuántos hijos tienes ¿Eso acaso se lo preguntan a los hombres?".

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