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Portugal advierte de que la violencia en Timor pone en peligro el referéndum

El primer ministro portugués, António Guterres, reconoció ayer en Grecia que el "preocupante" agravamiento de la violencia en Timor Oriental puede "poner en peligro los acuerdos" alcanzados entre Lisboa y Yakarta y, consecuentemente, aplazar el referéndum sobre la independencia de la ex colonia lusa, marcado para el próximo 8 de agosto. Guterres admitió también que esos acuerdos deberían haber contemplado la liberación del líder independentista, Xanana Gusmão. António Guterres reconoció que los incidentes en la ex colonia portuguesa, invadida por el régimen indonesio en 1975, se han agravado de tal forma que, en opinión del Gobierno luso, "si no son atajados rápidamente pueden poner en peligro el cumplimiento de los acuerdos firmados en Nueva York" bajo los auspicios de Naciones Unidas. El jefe del Gobierno portugués recordó que el mismo día de la firma de los acuerdos lamentó que Indonesia no hubiera aceptado la rápida liberación del líder de la resistencia timorense, Xanana Gusmão, bajo arresto domiciliario en Yakarta.Guterres reconoció que el Gobierno de Lisboa deseaba que los acuerdos "hubiesen llegado mucho más lejos", de forma que no sólo contemplasen la inmediata liberación de Gusmão, sino también "una rápida retirada del territorio por parte de Indonesia". El primer ministro explicó que el caso de Timor Oriental constituye una de las prioridades de la política exterior de Lisboa y defendió la máxima colaboración de la comunidad internacional, especialmente de Naciones Unidas, para la resolución pacífica del conflicto.

Controlar a las milicias

El ministro de Asuntos Exteriores indonesio, Ali Alatas, afirmó ayer que el referéndum podría ser aplazado si Yakarta -a la que muchos analistas y los grupos independentistas consideran como inductor de la violencia de las milicias prointegracionistas- no consigue mantener el orden y controlar la seguridad en el territorio. La última oleada de violencia concluyó el lunes con dos muertos, decenas de heridos y las amenazas de las milicias proindonesias a los periodistas desplazados a la ex colonia lusa, ante la pasividad de las fuerzas policiales.La situación vivida este último fin de semana irritó notablemente al ministro de Exteriores australiano, Alexander Downer, de visita en Timor, y a su embajador en Yakarta, John MacCarthy, quienes denunciaron la conspiración de las autoridades indonesias y, en concreto del Ejército, para provocar el fracaso de la consulta popular. "Las fuerzas indonesias", dijo Downer, "tienen que asegurar y controlar el inmediato desarme de las milicias prointegracionistas" que están sembrando el terror en el territorio. Esas milicias han causado la muerte de más de 300 personas en las últimas semanas.

El independentista y premio Nobel de la Paz José Ramos-Horta, dijo ayer en La Haya a la agencia Reuters que espera volver a Timor después de 26 años para participar en la campaña del referéndum , pero que pedirá el boicoteo a la votación si antes no es liberado Gusmão. Y estableció un paralelismo con Suráfrica: "¿Hubiese creído alguien en las elecciones de Suráfrica si Mandela hubiese seguido en la cárcel?".

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