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La dificultad de reconocer un pinsapo con las yemas

Los ciegos son incapaces de seguir correctamente el jardín para invidentes inaugurado en el parque del Retiro.

En el parque del Retiro hay desde hace una semana una senda especialmente dedicada a la gente que no ve. Es un recorrido para ciegos que transcurre por la zona conocida como los jardines de Herrero Palacios (entre la Junta de Retiro y los jardines de Cecilio Rodríguez). La senda para invidentes que ha ideado el Ayuntamiento consiste en poner junto a los árboles un relieve que reproduce el vegetal y un atril en el que se leen, en braille y en letras normales, las características de la planta en cuestión. A un invidente que efectuó ayer este recorrido se le planteaba la siguiente cuestión: cómo saber dónde está el atril."Lo que me planteo es cómo puede encontrar el cartel un ciego", comentaba ayer Cristian Sainz, tras pasar la mano por un pinsapo, sus hojas y la leyenda de este árbol. Cristian tiene 29 años y hace 10 perdió totalmente la vista en un accidente de tráfico. "Nunca lo podría encontrar, ni con la ayuda del bastón. Sólo daría con el atril con la ayuda de otra persona", continuaba hablando este joven, que hacía gala de un gran sentido del humor mientras describía sus experiencias en el Retiro para ciegos.

"Me puedo pasar un día entero dando vueltas alrededor del pinsapo sin enterarme que giro todo el rato por el mismo sitio. Porque no tengo forma de saber si estoy bordeando una rotonda o si voy por una acera con forma de U [el pinsapo del que habla Cristian está en el centro de una isleta]. Ahora decido ir a otra planta. ¿Cómo voy? Aquí no dice dónde está el siguiente", continuaba hablando este joven de ojos azules y bien parecido, al que la ceguera no ha acobardado ni un poquito. Continúa con su afición a los deportes: ha conseguido ser campeón de Europa de esquí y participó también en los últimos Juegos Olímpicos, en Nagano.

Los invidentes están ya acostumbrados a estos despistes de los videntes. "Pasa como con los cajeros automáticos, que tienen las teclas en braille, pero la pantalla no habla. Si no está operativo, te pasas el día dando teclas", relata Sainz. "No deja de parecerme bien acercar el mundo de los ciegos a los videntes, que la gente se acuerde de las personas que no ven. Ésa es la utilidad que le veo a esta senda. Pero, realmente, no lo veo muy útil para los invidentes, porque es imposible reconocer el recorrido si uno va solo. Y si voy con un vidente, no necesito un cartel en braille: ya me lo lee mi acompañante", expone Sainz.

El concejal responsable del parque del Retiro, Adriano García Loygorri, tomaba ayer nota de este despiste. "Es una queja muy comprensible. Vamos a arreglar esta cuestión, porque lo que interesa verdaderamente es que la senda sea útil para invidentes". García Loygorri explica también que han sido los técnicos de su departamento los encargados de realizar la selección de árboles para este recorrido. Forman parte de la senda para invidentes 14 ejemplares distintos.

Respecto a la elaboración de esta senda, a la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) le ha sorprendido que no se contara con sus técnicos para organizar este jardín. Al concejal, por su parte, le extrañó que no hubiera ningún ciego el pasado jueves en la inauguración de este jardín a ciegas. "Ya me habría gustado que hubieran ido", asegura García Loygorri.

Cristian Sainz opina que una senda para invidentes debería tener el suelo marcado con baldosas especiales. Y opina, además, que los relieves con la forma del árbol están realmente bien. "Esto sí que es útil", dice mientras palpa una morera. "Me podrían explicar de mil maneras cómo es una morera. Pero a ver cómo lo entiendo. En cambio, paso la mano por el relieve y sé cómo es este árbol", añade.

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Las yemas de sus manos consiguieron que ayer Cristian Sainz recordara cómo es una morera. Porque, tras unas pocas pasadas con la mano, consiguió describir esta planta con esta escueta y acertada definición: "Es un árbol muy frondoso, con mucho volumen y un tronco muy pequeño". Imposible pedir más precisión.

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