El detenido por el asesinato de un taxista declara ante el juez

José Domingo R. R., el Ringo, de 24 años, detenido por el asesinato de un taxista en Sedaví el pasado viernes, pasó en la tarde de ayer a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Paterna, que comenzó a interrogarle sobre las 23.30. El joven toxicómano negó su participación en los hechos durante el interrogatorio al que fue sometido por la Guardia Civil durante el fin de semana. La víctima, Antonio Castelló Vélez, de 52 años, murió desangrado a consecuencia de un navajazo en el cuello.

El detenido fue trasladado por la Guardia Civil a las 19.30 al juzgado de Paterna, donde a última hora de ayer comenzó a prestar declaración. Al llegar al juzgado, José Domingo R. R. se negó a bajar del vehículo policial para no ser fotografiado, y finalmente salió con la cara cubierta por la camiseta rayada que llevaba. Justo al entrar, pidió tabaco a una de sus hermanas, que se había desplazada con varios familiares y amigos para apoyar al detenido. La fiscal llegó sobre las 20.30 y se reunió con el juez del caso, Ignacio Wenceslao Muñoz, durante una hora, mientras el abogado defensor departía con el responsable de la investigación de la Guardia Civil. Finalmente, sobre las 23.30 comenzó un interrogatorio en el que el detenido, previsiblemente, iba a ratificar que no tiene nada que ver con el crimen. José Domingo R. R. fue detenido 30 horas después de la muerte del taxista, en el domicilio de su familia en el barrio de La Coma de Paterna. Los agentes llegaron acompañados por la juez de guardia. La Guardia Civil llegó hasta él gracias a la descripción de un vecino de Sedaví, que había bajado a pasear al perro cuando ocurrió el crimen y vio huir al supuesto agresor. La víctima, que falleció a 500 metros de su domicilio, había recogido al último cliente encargado por radio a las 4.45 y luego sólo atendió a personas que le pararon en la calle. Los investigadores no han hallado ropas ensangrentadas en el domicilio del detenido, ni huellas o pruebas contundentes de su participación. Sin embargo, el testigo señaló a José Domingo R. R. en una rueda de reconocimiento. El padrastro del detenido comentó ayer ante el juzgado que el viernes vio llegar a José Domingo a casa sobre las siete de la mañana, una hora después del crimen cometido en Sedaví, a unos 15 kilómetros. "Nos cruzamos en el pasillo porque llegó cuando yo me iba a trabajar", afirmó. Una hermana señaló que la madre de ambos le vio tomar un vaso de leche y acostarse "tan tranquilo". El detenido es toxicómano desde los 17 años, tiene un hijo de 18 meses y ha sido arrestado en diversas ocasiones por delitos menores. "Es incapaz de matar una mosca, es un cagón", dijo ayer un amigo, "nos íbamos a robar y él prefería irse a pedir". Otro conocido dice que suele salir de madrugada y volver a casa tras el amanecer.