Querida Casa de Campo
No salgo de mi asombro e indignación al enterarme de que la prostitución de la Casa de Campo la quieren retirar a una zona más restringida de paso y aislada, al cerro Garabitas y antigua carretera de Castilla, uno de los escasos, cercanos y preciosos lugares públicos que nos quedan a los madrileños amantes de la naturaleza y la tranquilidad para disfrutar de nuestro ocio. El problema de la prostitución debe ser solucionado, pero, señor Álvarez del Manzano, usted no soluciona este problema, solamente lo traslada de la vista de unos vecinos a la de otros.-. .
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