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Un taxista muere degollado en su vehículo tras ser atracado en Valencia

El taxista Antonio Castelló Vélez, de 52 años, murió degollado a pocos metros de su vehículo sobre las seis de la madrugada de ayer en las afueras de Sedaví, a cinco kilómetros al sur de Valencia. Su último cliente le rebanó el cuello y le seccionó la yugular con la hoja de 15 centímetros de una navaja, hallada en el lugar del crimen. Un vecino que paseaba al perro vio huir al supuesto homicida.

La Guardia Civil, que aún no ha detenido al homicida, está convencida de que el móvil de la agresión es el robo, aunque el asesino no encontró el dinero recaudado durante la jornada que la víctima ocultaba en un calcetín.Antonio Castelló murió desangrado a menos de 500 metros de su domicilio. Residía con su mujer y sus dos hijas, de 23 y 20 años, en Alfafar, un municipio contiguo a Sedaví. Apenas llevaba cuatro años trabajando como taxista. Su hija Eva contaba ayer que empezó a conducir el taxi cuando se incendió la empresa de maderas en la que trabajaba.

Estaba empleado como asalariado para la Compañía Valenciana de Radiotaxi. Eva recuerda que el verano pasado sufrió otro robo y le entregó todo el dinero al ladrón "para que no le hiciera daño". Su jornada laboral concluía a las cinco de la madrugada, pero apuró unos minutos más al volante porque el viernes era su día de descanso. A las 4.45, Radiotaxi le encargó la última carrera. A partir de ahí sólo recogió a clientes que le paraban en la calle. El último pasajero acabó con su vida en el cruce de la calle del Medio y la avenida de Madrid. Antes de morir frente al volante, el taxista salió del vehículo y dejó un rastro de sangre en la acera y en una fachada.

Un vecino que paseaba a su perro vio a un hombre bajo de unos 30 años, delgado y vestido de negro, que corría alejándose del taxi, según la Guardia Civil.

Cuando vio al vecino, el sospechoso huyó por otra calle. El testigo alertó a la Policía Local, pero cuando llegaron los agentes la víctima ya agonizaba. Falleció pocos minutos después.

Castelló es el octavo taxista muerto por un ataque violento desde 1990. Los heridos por arma blanca se cuentan por decenas cada año. Los taxistas de Valencia secundarán hoy cuatro horas de paro para asistir al entierro y protestar por la falta de medidas de seguridad.

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