El enlace de las autopistas A-8 y A-1 se licita por 68 millones de euros

La complejidad técnica de la autopista Éibar-Vitoria (A-1) y su carestía económica exige construirla mediante subtramos en el territorio guipuzcoano. La Diputación sacó ayer a concurso las obras de la segunda fase del proyecto, que prevé un enredado enlace de conexión con la Bilbao-Behobia (A-8) y una carretera de 2,5 kilómetros, con un presupuesto de ejecución de 11.324 millones de pesetas (68 millones de euros). La empresa contratada empezará los trabajos en noviembre próximo.

La principal peculiaridad del segundo tramo de la Éibar-Vitoria será la construcción de un intercambiador que coserá esta autopista con la Bilbao-Behobia en el punto geográfico de Maltzaga, en Éibar. La conexión entre ambas carreteras se conseguirá mediante la construcción de seis nuevos viaductos y la ampliación de los dos actuales de la A-8. Se trata de una obra que exigirá un gran esfuerzo técnico a los ingenieros para resolver las dificultades que entraña la agreste orografía y la densa urbanización de este enclave. La empresa adjudicataria tendrá que poner solución a estas complicaciones mediante un enredado nudo de puentes, túneles y ramales. Además del enlace de Maltzaga, donde se encontrarán las dos autopistas y se trifurcarán los tráficos en dirección a Bilbao, San Sebastián y Vitoria, el segundo tramo de la A-1 incluye un tronco de autopista de 2,5 kilómetros de longitud entre Éibar y Placencia de las Armas. En este punto se producirá el encuentro con el primer tramo (Placencia-Bergara) de la autopista, cuyas obras fueron adjudicadas el pasado 30 de mayo por 9.833 millones de pesetas (59 millones de euros). El diputado de Carreteras, Antton Jaime, explicó ayer que, "a diferencia del primer tramo, que discurre en gran parte [el 74% del recorrido] a través de túneles, la segunda fase tiene como principal característica los viaductos", alguno de los cuales se construirá con técnicas muy novedosas. Las empresas constructoras interesadas en concursar tienen dos meses para presentar los proyectos y las propuestas económicas. La Diputación de Guipúzcoa quiere adjudicar las obras a comienzos de septiembre para que el inicio de los trabajos se produzca en noviembre. El plazo de ejecución delimitado por las condiciones del concurso es de 42 meses y el presupuesto máximo asciende a 11.324 millones de pesetas. No obstante, la rebaja que se produce en la subasta -la oferta ganadora del primer tramo descontó 3.105 millones al precio de salida- reducirán tanto la inversión económica como la fecha de finalización. Con estas previsiones, el subtramo Placencia-Bergara estará terminado en noviembre de 2001, pero su puesta en funcionamiento no se hará efectiva hasta un año después aproximadamente, cuando concluya la primera fase (Éibar-Placencia). El coste global de las obras de la autopista A-1 se elevará a 98.000 millones de pesetas, más otros 5.000 millones que se destinarán a pagar las expropiaciones. Del monto total, Guipúzcoa soportará el 82% de la inversión y el resto corresponderá a Álava.