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Aznar garantiza a los sindicatos que no abaratará más el despido

El presidente del Gobierno, José María Aznar, garantizó ayer al secretario general del sindicato UGT, Cándido Méndez, con el que mantuvo una reunión en el palacio de la Moncloa, que el Gobierno no variará su actual política social y de estabilidad en el empleo pese a las recomendaciones efectuadas la pasada semana por el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas."La postura oficial", aseguró al término de la reunión el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, que estuvo presente en el encuentro, "va a ser apostar por la estabilidad en el empleo y no abaratar el despido". Pero esa postura oficial, aclaró también Pimentel, significa que "no habrá ningún giro de política social", solicitud que planteó al presidente del Gobierno el secretario general de UGT, que también se reunió ayer con la cúpula del PSOE y de Izquierda Unida.

La centrada posición del Ejecutivo, que rechaza tanto las solicitudes que le llegan desde la patronal como las que plantean los sindicatos no satisfizo a Cándido Méndez, quien, al término del encuentro con Aznar, aseguró que éste sólo había proporcionado respuestas "vagas y generales" a las preguntas concretas que le planteó acerca de su opinión sobre las recetas que demanda la patronal CEOE.

Reducir el paro

La garantía ofrecida por el presidente del Gobierno acerca de la continuidad de la política económica tampoco tranquilizó a Méndez, quien cree que "es necesario intensificar esfuerzos y dar un giro a la política económica, porque con la actual no tenemos ninguna garantía de que se pueda reducir el paro en los próximos años".Para el responsable sindical -pesimista sobre la posibilidad de alcanzar nuevos acuerdos con el Gobierno- es necesario crear más de cinco millones de nuevos puestos de trabajo en los próximos años para que España alcance las medias europeas de actividad y de empleo. "Desde 1996 se está perdiendo tiempo en este terreno", señaló Méndez, "porque esta convergencia deberíamos haberla alcanzado en el horizonte del 2000".

Sobre la petición planteada también por UGT para que el Gobierno propicie la separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social el próximo año, Pimentel adelantó que el Gobierno avanzará en dicha separación de fuentes en los Presupuestos Generales del 2000, financiando con impuestos los 200.000 millones de pesetas que suponen los servicios sociales.

El secretario general de UGT se reunió también ayer con los dirigentes socialistas Joaquín Almunia, José Borrell y Joan Lerma, para tratar sobre la reducción de la jornada laboral hasta las 35 horas. Mientras el PSOE aboga por su implantación mediante la negociación colectiva, UGT exige su aplicación por ley.

Al término de la reunión entre el líder de UGT y Aznar, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, adelantó también que en el pasado mes de abril se produjo un descenso "muy significativo" del paro registrado en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem). El dato oficial se dará a conocer mañana.

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