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Al sol que más calienta

EMPRESAS» IsofotónCuando comenzaron sus andanzas en 1981, hablar de energía solar sonaba a música celestial. Hoy, con la mayoría de edad recién cumplida, a Isofotón -una fábrica malagueña de módulos fotovoltaicos- le ha venido dios a ver. La aprobación de un real decreto en diciembre que regula el suministro de energía renovable a las eléctricas les va a permitir abrirse paso en un nuevo campo. Si tradicionalmente trabajaban en zonas donde no llegaba más energía que la del sol, en medio año estarán vendiendo energía a las compañías gracias a una subvención gubernamental que tiene un objetivo claro: que en el 2010 el 12% de la electricidad que se consuma provenga de fuentes de energía alternativas. Isofotón ha sabido arrimarse al sol que más calienta en sus 18 años de existencia. Surgió de la tesis doctoral de Antonio Luque, un catedrático malagueño en la Universidad Politécnica de Madrid. El profesor, que desarrolló la primera célula solar en España, decidió sacar su sabiduría de las aulas y ponerla a producir junto a un grupo de inversores. "¿Qué mejor sitio que Málaga, que es uno de los lugares en donde más radicación solar hay?", se pregunta José Luis Manzano, el actual director general. Luque fue presidente de la empresa hasta 1991, año en que la fábrica pasó a ser propiedad del Instituto de Fomento Andaluz (IFA). Seis años más tarde pasó de nuevo a manos privadas, esta vez a cargo del grupo de servicios financieros Bergé. En estos años ha crecido de forma espectacular. En 1997 facturó 1.200 millones de pesetas, un año más tarde multiplicó por dos los ingresos y llegó a rozar los 2.500 millones. Para este ejercicio tienen previsto llegar a los 4.000. Además, aumentarán la plantilla en 30 trabajadores para alcanzar las 180 personas, gracias a una inversión de unos 600 millones. Isofotón piensa fabricar este año 60.000 planchas solares -el 50% de las que llevan sello español-, lo que la sitúa a la cabeza en la clasificación nacional y en el tercer puesto de la europea, según Juan Fernández, su director comercial. "El mercado español es relativamente corto en cuanto a su demanda", explica Fernández. La razón: la energía eléctrica llega a casi todas las esquinas del mapa por la "buena red de generación y distribución que existe". Además, hay "un retraso importante" en cuanto a la concienciación de emplear "energía limpia". Pero la empresa ha sabido encontrar su espacio en el exterior: exporta el 73% de su producción. Además, tiene sucursales en nueve países de América y África y 22 delegaciones esparcidas por el mundo entero. Aunque sólo se quede en España poco más de un cuarto de sus productos, no se pueden quejar. Han participado en la electrificación de unas 17.000 viviendas dentro del plan de Electrificación Rural de la Junta, así como en el plan de señalización de autovías y autopistas. Pero lo cierto es que el grueso de sus clientes, tanto institucionales como particulares, están en el extranjero, sobre todo en países en vías de desarrollo. En Senegal han llevado la energía del sol a unos 10.00 habitantes de tres islas de la región de Fatick, construyendo una central fotovoltaica en cada una de ellas. Es sólo un ejemplo. La inversión en investigación y desarrollo es algo que caracteriza a Isofotón. "Cuando comenzó a funcionar nos encontramos con todas las desventajas de los pioneros. España no tenía ni la tecnología ni la maquinaria necesarias para fabricar las células fotovoltaicas", comenta el director comercial. Así que tuvieron que crearla ellos mismos. Hoy, aunque la situación ha cambiado, Isofotón ha mantenido el empuje para producir tecnología propia y seguir investigando. En la fábrica de Málaga brilla el sol. "Lo que producimos ahora en tres o cuatro días es lo que producía la empresa en un año en sus comienzos", recuerda Fernández. Como si fuera poco, acaban de obtener el certificado de calidad ISO-9001, que respalda su producción, que se realiza en tres zonas: "La sucia, la tecnológica y la de ensamblaje". En la primera se corta el silicio, la materia prima de las planchas solares, en obleas muy finas. En la segunda, las obleas reciben un tratamiento electroquímico que tiene como resultado la obtención de las células que son capaces de producir energía con el sol y, en la última, se interconexionan para obtener el producto finalizado, que es clasificado según su calidad.

Datos de interés

Dirección Caleta de Vélez, 52. Polígono Industrial Santa Teresa. Málaga. Tf. 952 243 790 Empleos 150 Facturación 2.470 millones Producción Planchas solares En seis meses, la firma malagueña pretende suministrar energía a las compañías eléctricas

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