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Entrevista:ENTREVISTA

"Mi trayecto como seleccionador será corto"

Luis Gómez

Pregunta. Aparentemente, este año iba a ser un año sabático para usted, después de su marcha del Espanyol. La verdad es que le ha salido un año muy raroRespuesta. No. Me ha salido un año perfecto. Pero cuando las cosas van bien sale todo fenómeno, todo el mundo habla muy bien. Cuando se pierde viene la presión.

P. Y qué es lo que pretendía hacer.

R. Ver otros equipos, cómo hacen las pretemporadas, cómo se organizan. Me interesaba la organización más que lo que hacen sobre el terreno de juego.

P. Era un conocimiento que le faltaba.

R. No, sólo quería contrastar. Ahora estoy pidiendo mucha información de lo que hacen otras selecciones, de cómo viven, como se citan, de si llevan traje, si comen de esta manera, si la prensa va con ellos. Información de lo que viene, de lo que se dice que está a la vanguardia.

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P. ¿Cuál es la vanguardia ahora?

R. Nosotros estamos en la vanguardia. En ese aspecto no tenemos ningún problema en el trabajo. Pero se pueden mejorar algunas cosas.

P. ¿No tenemos nada que envidiar de algunos países de Europa?.

R. Sí, se puede mejorar en ciertos aspectos, sobre todo en cuestiones de organización. Los equipos italianos, por ejemplo, están muy bien organizados. Aquí se tiende a pensar que viajar en vuelo charter es más de señoritos, y es al revés, es más de seguridad. Parece que está mejor visto que un equipo se meta 14 horas en un autobús a que esté una hora en un avión. Y todo esto al cabo del año no es dinero para las cifras que se manejan. Y ya no sólo equipos de Primera, muchos de Segunda se dan unas palizas terribles y eso ya no es dinero en el mundo del fútbol. Y como ésta, 200 cosas.

P. Y en esta faceta de organización, ¿cómo ve a la prensa española?, ¿está también en vanguardia?

R. Hombre, lo que veo es que hay dos sectores muy diferenciados, dos emisoras de radio muy diferenciadas, dos periodicos deportivos muy diferenciados, de tal manera que si parece que estás con uno es que estás en contra del otro. Y me parece que esto no debe ser así. Cada uno debe dar la información deportiva, no intentar que la gente sea partidista.

P. Usted parece un hombre poco sentimental.

R. Depende de para qué. Es que en mi puesto no se puede ser sentimental. Tu no puedes cogerle cariño a un jugador y no llevarle citado a la semana siguiente. Eso no se come. En mi vida soy sentimental, pero en mi trabajo es muy difícil. Tengo que trabajar con un grupo de personas y si te vuelves sentimental no puedes hacer lo que debes, porque ellos no son como tú, se pueden aprovechar mucho más de esa circunstancia.

P. Pensaba que se hizo fama de duro para imponer respeto.

R. Hay mucha gente que no te conoce como eres. Internamente, con mis equipos, seguro que soy muy blando. Por ejemplo, cuando perdemos un partido seguro que el más blando con mis jugadores soy yo. No soy duro cuando se pierde, voy al revés de la corriente. Cuando mi equipo pierde yo los invito a comer y les doy descanso. Tengo una filosofía diferente. Creo que un jugador cuando pierde un partido es cuando necesita el apoyo y el cariño, cuando gana se lo da todo el mundo, el portero, su vecina, su primo, su prima, el periodista, el directivo. Sin embargo, cuando pierde llueven hostias por todos lados y es cuando tiene que estar el entrenador para pararlo.

P. Usted está etiquetado como un entrenador que propugna un fútbol de raza, de brega.

R. No me preocupa porque con esa etiqueta he estado en Primera División, he llegado al Madrid y ahora a la selección. Otra cosa es lo que diga el jugador y el que te conoce. Cuando te fichan, no es porque tu llegues y digas que si la raza, que si la fuerza... Cuando te metes con 22 jugadores en Primera División todos los días y les explicas lo que hay que hacer en los entrenamientos, en los partidos y les explicas cómo hay que salir al campo a ganar, es muy difícil decirles que eso hay que hacerlo con garra y con huevos. O sea, tiene que haber mucho más, tiene que haber una organización, una preparación, tienes que explicarles las cosas a los jugadores y que estén convencidos de que eso es verdad. Si no, no existe matrimonio. A mí, el fútbol me gusta como al que más y en mis equipos siempre hay jugadores que tocan el balón, en todos, a la fuerza. Un jugador cuanto mejor se hace, cuanto mejor preparación tenga, mejor va a ser. Y cuando ve que puede correr bien y que juega bien, te lo agradece, se llame como se llame.

P. ¿Tiene buena memoria?

R. Para el fútbol, sí.

P. Cuando ve partidos toma notas o se queda con las sensaciones

R. De la estrategia tienes que tomar nota. Cuando sigo a un equipo no es cuestión de ese partido en particular. Le hago un seguimiento incluso a los entrenadores, de cómo juegan con sus equipos, porque luego, a lo mejor, me los encuentro en otros equipos y se las costumbres que tienen, las jugadas de estrategia que hace en la primera vuelta y las que hace en la segunda.

P. ¿Usa el vídeo?

R. Sí, por ejemplo, suelo grabar todos mis entrenamientos.

P. Cuando empezó como seleccionador partió de cero, es decir, se impuso, bueno aquí empieza la etapa Camacho.

R. Es difícil. Cuando cogí la selección se hablaba mucho de la etapa anterior. Ahora ya es distinto y se va diferenciando. Ahora, además lo corto, cuando me dicen "es que antes", pues lo corto y digo mira a mí qué me dices de antes. Creo que cada uno tiene su forma de trabajar y siempre es diferente.

P. Pero usted dio la sensación de que no pensaba en el antes.

R. Exactamente, qué iba a hacer.

P. Ser más político.

R. ¿Político con quien?

P. Con determinados jugadores, con las convocatorias anteriores. Me dio la sensación de que usted hizo ya en la primera convocatoria la que le vino en gana.

R. Volvemos a lo del sentimentalismo. Es que entonces voy a traer siempre a los mismos. Cuando hago una lista me pongo en la situación del jugador que se queda fuera, pero ellos también se tienen que poner en la mía.

P. No es político ni consigo mismo.

R. Es que no me lo permite mi conciencia.

P. ¿Es capaz de traer a uno que sea muy bueno pero no esté en perfecta forma en detrimento de otro peor pero que esté en un buen momento?

R. Ahí es donde se conjugan las cosas, depende del puesto, de los que juegen con él. Traeré a los que pienso que son los mejores. No voy a traer a éste porque lleve no se cuanto tiempo conmigo.

P. En sus primeros partidos como seleccionador le apretaba la necesidad de los puntos, pero ¿usted tenía ya una idea clara de cómo quería que jugara España o se ha ido adaptando?.

R. De todo un poco. Sabía cómo quería que jugara, pero no se puede hacer eso de hoy para mañana. Las charlas que hemos tenido nos han servido mucho para esto, para fortalecer nuestra posición, aclarar las ideas a los jugadores. Luego hemos tenido diez días juntos que nos han servido de mucho, se puede hablar con uno, con una línea, se pueden demostrar las cosas y eso acentúa tu trabajo. P. La selección siempre ha estado por debajo del nivel de los clubes españoles. R. Sí, estoy de acuerdo. Lo he dicho varias veces y se lo he dicho a los jugadores. Y me dicen "pero cómo dices eso", pues digo la verdad. Puedes decir como jugador que has ganado la Liga, la Copa de Europa, pero a nivel de selección, no. En las selecciones inferiores somos fuertes porque lo hemos demostrado, pero en la absoluta somos un equipo competitivo, pero de allí no hemos pasado, nos falta el contraste de los campeones. Y digo competitivo porque aunque no se han ganado grandes cosas sí es un equipo que se clasifica para los grandes eventos. Y no hay justificación, es que la Liga es muy larga dice la gente, pero es igual de larga para los brasileños que están aquí.

P. No se le puede echar la culpa al extranjero.

R. No se la echo a nadie y menos ahora porque te tienes que adaptar a una situación que no la va a poder cambiar nadie. Lo que pasa es que menospreciamos demasiado a los contrarios. No podemos decir que vayamos a ser favoritos en nada.

P. Y no es porque el jugador español es muy cómodo.

R. No diría eso. Me fui de casa a los 16 años y eso no fue cómodo. Y eso le pasa a mucha gente. Aquí está bien pagado, tiene su idioma, pero no es precisamente una profesión más cómoda que otras.

P. Usted recomendaría a un joven que vaya a jugar al extranjero.

R. Lo más bonito que hay en el fútbol es jugar. Y entonces si no puede hacerlo en un equipo y sí en otro pues que se vaya a jugar al otro. Pero no todos lo tienen fácil porque no todos los clubes te dejan. Y hay muchos intermediarios, muchos padres y luego la opinión del jugador termina siendo la última. Y pasa el tiempo, pasan los años y viene el acomodo.

P. Usted dijo cuando llegó al Madrid que el Madrid tenía que jugar mandando. Aplicaría la misma frase para la selección.

R. Eso intentamos hacer, pero no sólo en la absoluta, sino en las demás selecciones. La sub 20 ha salido al campo manteniendo una actitud de querer mandar. La sub 18 tendrá que hacerlo y la sub 17 también. Otra cosa es que el contrario sea mejor que tú, pero esa es la actitud, de ganador. Si no, al final te repliegas y te conformas con lo que tienes. Siempre hay que pedir más.

P. Es un principio innegociable.

R. Sí. La selección tiene siempre que salir a ganar donde juegue. Vamos a jugar ante Croacia, que es la tercera selección del mundo, y no vamos a salir a ver qué pasa.

P. A la gente pareció sorprenderle que pusiera juntos a jugar a Guardiola, Fran y Valerón.

R. Sí, bueno, pero también antes me habían dicho que llevaba a futbolistas que no conocía nadie a Italia, por ejemplo. Yo sí los conocía. Ese ya no es mi problema. Entonces, si Fran, si Guardiola, si Valerón, si Urzaiz, si Raúl, si Extebarria, que son jugadores que tienen una mentalidad ofensiva, si no tienen problemas cuando tienen el balón, pues todo el mundo debe colocarse para coger el balón lo antes posible.

P. Pero la gente esperaba que usted iba a hacer selecciones de mucha pelea pero no de calidad.

R. Pero es que estos también pelean. Lógicamente, si salen al campo y se pasean van a durar diez minutos, eso sí que está claro. Los he visto en los entrenamientos conmigo, en los partidos, y estos jugadores pelean igual que el que más. Y si encima tienen la pelota y saben jugarla, pues mucho mejor.

P. ¿Le perseguirá de alguna manera el 9-0 ante Austria?

R. No. O se es demasiado optimista o se es demasiado pesimista. El 9-0 fue una fiesta y hay que celebrarlo. Pero la gente lo que quiere ver es la actitud del equipo nacional, que vea a un equipo que quiere ganar, que quiere jugar. Y si se pierde pero intentando jugar y ganar, pues no va a pasar nada.

P. Si llega a la Eurocopa, empieza otro reto, el famoso reto de las fases finales. R. Estoy acostumbrado a jugar cada domingo con un reto. Eso es lo bonito. Es vida constante. Pues bienvenido, fenómeno, lo importante es estar ahí.

P. Usted, en su trayectoria, ha tenido siempre trayectos cortos. En la selección, ¿va a cambiar el chip o también va a tener un trayecto corto?

R. Mi trayecto en la selección va a ser corto.

P. ¿Por qué esos trayectos cortos?

R. Por lo que hemos hablado del sentimentalismo. No creo que un entrenador pueda estar en un equipo siendo él mismo más de tres años. Sí creo que se puede ir y volver. En cinco o seis años seguidos en un mismo sitio todo se duerme a tu alrededor y tú también. Todo el mundo sabe cómo trabajas, cómo andas, qué es lo que vas a hacer. Y a mí una de las cosas por las que lucho es la improvisación: todo el mundo piensa que vamos a ir a tal sitio, pues no, vamos a otro. Así. Es bueno para que la gente esté espabilada. Te conoce el gerente, el secretario, el presidente, los jugadores, el de la puerta, y entonces ya no eres tú. P. Es muy exigente consigo mismo.

R. Exactamente.

P. Me lo puedo imaginar entrenado a un equipo de Segunda después de ser seleccionador.

R. No tengo ningún problema. Hombre, me gustaría ganar títulos, pero se que eso es dificil si no estas en un par de equipos, muy difícil, heroico. Pero a mí, lo que me satisface es estar en un campo y que se hagan las cosas como uno quiere. O ver el entrenamiento. He estado en los juveniles del Real Madrid encantando de la vida echando más horas que aquí.

P. Según su teoría de los periodos cortos, Cruyff que estuvo tanto tiempo en el Barcelona no habría podido hacer lo que hizo.

R. Pero a lo mejor le sobró el último año. Y no habría acabado como acabó. Este que lo ha hecho todo mira como acabó. En esto es en lo que no creo. Soy partidario de irme de los equipos sin levantar polvo. Cumples con tu trabajo y punto, pero es que en el fútbol existe el problema de que si tu terminas tu contrato y te marchas te sacan cosas. Me fui del Espanyol la primera época por convencimiento mío y comenzaron a decir que si mis hijos no se adaptaban al catalán, que si no me adaptaba a Barcelona. Luego, cuando volví, todos se callaron. Sin embargo, estás en un equipo y te echan y está bien, lo admite todo el mundo. La gente tiene que entender que es mejor irse cuando las cosas estén bien que no estar un año más y que las cosas empiecen a no ir tan bien. Y que posiblemente otros se pueden aprovechar más de tu trabajo que tú mismo.

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